El ataque de un perro a un grupo de personas que paseaba por la playa de La Concha de San Sebastián ha reavivado el debate sobre la legislación de los perros catalogados como potencialmente peligrosos. El animal, que corría suelto por la playa, causó varias heridas a un hombre mientras sus acompañantes intentaban en vano controlar los arrebatos del can. Una situación que se prolongó varios minutos, hasta que el dueño silbó al perro desde la distancia, que desapareció inmediatamente.

Este vídeo, que cuenta con más de 385.000 visitas en la red, ha provocado opiniones de todos los gustos entre los usuarios de Internet. Algunos, achacan al dueño la responsabilidad absoluta del incidente, otros, opinan que un animal de esas características no debería permanecer suelto bajo ninguna circunstancia.

Carmen María, portavoz de Redención, protectora de animales ubicada en Soria, y experta en el trato con este tipo de animales, explica que no deja de tratarse de “un caso aislado”. “No quiero restar importancia a este episodio pero estos vídeos crean mucha aversión hacia los perros y hay que ser justos. Los porcentajes de ataques de perros a personas a lo largo del año es prácticamente invisible. Si invirtiéramos ese porcentaje, sería infinitamente mayor el número de casos de personas que maltratan a sus perros”, indica.

Como amante de los animales, María reconoce sin embargo que hay perros potencialmente peligrosos que deben ser tratados de forma “acorde a sus características”. “Estos perros son un arma, de alguna manera, pero el 80 o el 90% de la responsabilidad de los ataques es del dueño. Él tiene que transmitir un comportamiento adecuado, controlar al animal y no al revés”.

Los perros potencialmente peligrosos, “que no dejan de ser perros como los demás, muy nobles y cariñosos”, tienen en su contra que cuando se produce uno de estos ataques “aislados” su mordedura es feroz, puesto que “su boca está preparada para morder”. “Porque claro, si fuera un chihuahua el protagonista del vídeo de San Sebastián, no habría salido en los medios de comunicación”, comenta María.

“Es como si a un chico de 16 años le das una moto de 1.000 centímetros cúbicos”.

“Muchos de los dueños de este tipo de perros no están preparados para tener una raza potencialmente peligrosa”. Así de categórico se muestra Juan Carlos de la Orden, veterinario, quien opina que “generalmente los que se compran este tipo de perro no suelen tener experiencia suficiente para educarlo y controlarlo”. “Es como si a un chico de 16 años le das una moto de 1.000 centímetros cúbicos”.

No obstante, los trámites que tienen que superar estas personas para la tenencia de animales potencialmente peligrosos son “cada vez más costosos”. En Soria, es necesaria la licencia municipal que será otorgada por la Alcaldía». Para obtener esa acreditación será necesario cumplir con los siguientes requisitos: ser mayor de edad y no estar incapacitado para proporcionar los cuidados necesarios al animal; carecer de antecedentes penales por delitos de homicidio, lesiones, torturas, contra la libertad o contra la integridad moral, la libertad sexual y la salud pública, asociación con banda armada o narcotráfico y no haber sido sancionado administrativamente por infracciones graves o muy graves en materia de tenencia de animales potencialmente peligrosos ; poseer un certificado en vigor de aptitud psicológica expedido por un centro de reconocimiento habilitado y suscribir un seguro de responsabilidad civil con una cobertura no inferior a 120.000 euros. Además, se exigirá la tarjeta de identificación animal, en la que constará el número de microchip implantado; la cartilla sanitaria y/o pasaporte, en vigor, con la preceptiva revisión veterinaria anual sobre el estado sanitario del animal y la no existencia de enfermedades o trastornos que lo hagan especialmente peligroso, ni lesiones o cicatrices relacionadas con su utilización en peleas u otras actividades prohibidas. También deberán aportarse, cuando corresponda, los datos del establecimiento de cría de procedencia y los del centro de adiestramiento. Estos requisitos son idénticos a los solicitados por otros consistorios.

La ordenanza de Soria (aprobada el 8 de febrero de 2007 la Ordenanza Municipal Reguladora de la Tenencia de Animales Domésticos y de Compañía) establece que en los espacios públicos o privados de uso común, los animales potencialmente peligrosos siempre deberán permanecer atados por un collar y una correa o cadena que no sea extensible y de longitud inferior a dos metros (al igual que recoge la norma de la capital aragonesa).

40 perros potencialmente peligrosos en Soria

El Ayuntamiento de la capital registró de enero a agosto del pasado año cuatro nuevos perros considerados de raza peligrosa, sumando un total de 40 de estos animales en la ciudad.

Aunque el Consistorio no cuenta con un censo canino, ya que esta labor es competencia directa de la Junta de Castilla y León, sí otorgan licencias para que este tipo de canes paseen por la vía pública siempre y cuando estén inscritos en el censo regional, aunque como explicaron fuentes municipales, “puede haber animales que no estén inscritos en el Consistorio”.

Durante los siete primeros meses de 2013 cuatro fueron los perros inscritos en el registro municipal. Desde 2008, es decir, en los últimos seis años, 29 perros se han sumado a esta lista que permite que puedan pasear por la ciudad, siempre con correa. En 2008 se registraron dos, cuatro en 2009 y 2010, ocho en 2011, uno menos en 2012 y los cuatro que se sumaron en los primeros meses de 2013.

El registro canino corresponde a la Junta de Castilla y León, ya que son los veterinarios los encargados de completar los trámites administrativos a través de la institución autonómica cuando instalan los microchips a las mascotas.