En los últimos 10 años
El número de fumadores en Aragón pasa del 31 al 24%
Una encuesta arroja estos resultados y aclara que cada vez más los aragoneses saben que el tabaco es malo para la salud y que la Ley Antitabaco es efectiva.
La tasa de tabaquismo en Aragón ha pasado, en los últimos diez años, del 31 al 24% y la región pretende rebajar esa cifra aún más para acercase a países como Canadá, que se sitúa en un 17%.
Continuar concienciando a la ciudadanía de los beneficios que tiene dejar de fumar es uno de los objetivos de la XIV Semana Sin Humo que organiza la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, con motivo del Día Mundial Sin Tabaco, que se celebra el próximo 31 de mayo.
El coordinador de la XIV Semana Sin Humo en Huesca, José Luis Martínez, ha explicado en rueda de prensa que los objetivos de esta Semana pasan por demostrar a las administraciones públicas la gran aceptación de la Ley Antitabaco por parte de la ciudadanía, sensibilizar sobre la importancia de seguir avanzando en estas normativas; informar en los centros de salud de los beneficios que aporta dejar de fumar y ofrecer tratamientos de deshabituación.
Cada vez los aragoneses están más concienciados de la necesidad de dejar de fumar. Ésta es una de las conclusiones de una encuesta realizada entre más de 8.400 personas a nivel nacional por parte de los médicos de familia y que, además, presenta otras conclusiones como que "cada vez más los ciudadanos y, sobre todo, los aragoneses saben que el tabaco es malo para la salud y que la Ley Antitabaco es efectiva, porque están menos expuestos al humo el tabaco", ha manifestado Martínez.
La encuesta refleja que el 85% de los españoles ve mal o muy mal que se modifique la ley para que se pueda fumar en casinos; el 62 % querría dejar de fumar; sólo hay un uno por ciento que no están interesados en dejar de fumar y el 40 % de los ciudadanos lo ha intentado alguna vez, cifra que en Aragón es del 45,4 %.
José Luis Martínez ha recordado los tratamientos de deshabituación del tabaco y ha señalado que a cada fumador se le aplica el tratamiento que el médico cree más conveniente, dependiendo de su nivel de adicción psíquico y mental. En este sentido, Martínez ha considerado que la Seguridad Social podría financiar dichos tratamientos.
