"Yo soy autonoma, así que llevo en crisis desde que abrí mi negocio, hace ya 21 años", asegura una aragonesa que ha aprendido a vivir de una forma modesta: "Mi vivienda es la misma desde hace 14 años porque nunca estuve tentada de venderla para hipotecarme por un adosado. Mi coche es el mismo de hace 11 años y espero me dure porque no lo necesito usar a diario", continúa.

Para llegar a fin de mes sin problemas, esta mujer prescinde de muchos gastos: "Normalmente no frecuento los bares y como siempre en casa con comida guisada por mí. La calefaccion de mi vivienda se mantiene a 17 o 18 grados y no puedo permitirme comprar ropa nueva cada mes, así que compro prendas buenas y atemporales para que me duren más".

"Consumo lo que puedo después de pagar hipoteca, las cuotas de Colegios profesionales, a la AEAT cada trimestre y los IBIS y tasas de rigor, y de reinvertir los pocos beneficios", explica esta zaragozana, cuya forma de vida le permite seguir gozando de algunos 'lujos': "No perdono mi abono del Real Zaragoza, la semana de vacaciones en Agosto, ni el esqui de fondo cuando la nieve lo permite. No me puedo quejar de la crisis porque estoy como siempre".