Medio Ambiente

El Plan Hidrológico del Ebro contempla un 5% menos de agua

El presidente de la CHE, Xavier de Pedro, ha iniciado la primera ronda de contactos que tiene prevista con todos los miembros del Consejo de la Demarcación del Ebro.

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) mantiene que el caudal ecológico fijado en el Plan Hidrológico de la cuenca es "suficiente" para garantizar el "desarrollo sostenible", frente al rechazo de las organizaciones ecologistas que reclaman elevar el nivel.


El presidente de la CHE, Xavier de Pedro, ha iniciado la primera ronda de contactos que tiene prevista con todos los miembros del Consejo de la Demarcación del Ebro, que afecta a nueve comunidades autónomas, para analizar la propuesta del Plan Hidrológico, abierto ahora a información pública.


En este primer encuentro, De Pedro se ha reunido con representantes de las organizaciones ecologistas que participan en el Consejo, máximo órgano de planificación de la Cuenca del Ebro


Al término del encuentro, en representación de las asociaciones ecologistas, Manuel Tomás, de la Plataforma en Defensa de l'Ebre, ha dicho a los medios de comunicación que han manifestado al presidente del organismo su "preocupación" por algunas cuestiones recogidas en el documento, como el caudal ecológico fijado o el número de regadíos previstos en la cuenca.


De Pedro ha insistido en que el caudal fijado es el "mínimo", por lo que debe ser cumplido también en época de sequía, y "suficiente" para cumplir la normativa medioambiental para "garantizar la vida y la vegetación en la ribera".


"Se mejora en algo la propuesta actual, pero en poca media. Realmente es una mejora pequeña pero suficiente para garantizar el equilibrio de desarrollo sostenible", ha apuntado.


Respecto a la limitación del número de regadíos en la cuenca, una de las peticiones de los ecologistas, De Pedro ha insistido en que estas infraestructuras contribuyen a impulsar el "desarrollo económico" del valle del Ebro, por lo que prevén "consolidar" y "ampliar" los actuales.


Sin embargo, para las asociaciones ecologistas, según ha dicho Tomás, este objetivo no va a garantizar un "ecosistema sostenible", más bien todo lo contrario, ya que no responde a un planteamiento "técnico" avalado por científicos, sino a "concesiones políticas".


"Hay tantos derechos de regadío concedidos que es imposible que el Ebro y sus afluentes tengan los caudales suficientes. Si no se modifica la propuesta de regadíos, embalses, y caudales ambientales en el tramo final del río este plan certificará la desaparición del Delta del Ebro", ha sentenciado Tomás.


En su opinión, el caudal ecológico fijado en la propuesta de plan, alrededor de 3.500 hectómetros cúbicos por año (100 metros cúbicos por segundo) conlleva una "sobreexplotación" del río.


Frente a esta cifra, Tomás ha planteado, acuerdo con el resto de organizaciones, elevar el caudal ecológico a 7.000 hectómetros cúbicos al año en los meses secos, a 9.000 hm cúbicos/ año en época normal y a 11.000 en la estación húmeda.


"En el Delta, somos conscientes de que va a ser difícil modificar el plan por las presiones políticas. Por ello, este verano hemos recogido firmas para pedir a Bruselas en septiembre la tutela europea, porque nos tememos que se va a ignorar una parte importante de las normativas europeas", ha indicado Tomás.


Por otro lado, los ecologistas han manifestado también al presidente de la CHE su rechazo a cualquier trasvase y han asegurado de que en Cataluña se están construyendo "dos canales" que podrían servir para llevar a cabo este obra.


"Hay una leyenda urbana que dice que los trasvases se eliminaron con 2004, pero no es así. El trasvase del Ebro se está construyendo en Cataluña, justificado como canales de riego pero sin que haya regantes", ha resaltado Tomás.


Por su parte, el presidente de la CHE ha insistido en que la propuesta de este plan, que salió a información pública el pasado mes de abril, está abierta al intercambio de opiniones con todos los miembros del Consejo para lograr el máximo consenso.


Este plan que se aprobará antes de que finalice el 2013, según los plazos previstos, tendrá una vigencia de cinco años e incluirá también una valoración de las consecuencias de la crisis económica.


En este sentido, De Pedro ha adelantado que el documento final pretende ser "realista" con el contexto económico actual y que algunas de las obras previstas, sin que las haya especificado, no se ejecutarán en el periodo de tiempo fijado.


"La intención es que se cumplan todas las medidas contempladas, pero no en el periodo de tiempo que nos gustaría. Habrá que ver las prioridades de las administraciones competentes", ha dicho el presidente de la CHE, quien ha nombrado las obras de regulación del agua.