Una niña de dos años perdía la vida ahogada en Galicia en la pequeña piscina de su guardería. Eran apenas 30 centimetros de agua pero suficientes para que la pequeña no pudiera levantarse. Los expertos advierten de que es imprescindible no perder de vista a los niños aunque parezca que la profundidad de la piscina no implica peligro para los pequeños.

Pequeñas piscinas hinchables son la solución de muchas familias para hacer más llevadero el verano. Es el caso de Catrina, una madre que suele vigilar de cerca a sus hijos mientras se bañan en el patio, aunque, más de una vez se ha llevado un susto. Afirma que su hija pequeña, que es muy valiente, se quita los manguitos y se lanza al agua sin ellos. Y es que estas pequeñas piscinas implican varios riesgos para los niños. Según el Ministerio de Sanidad con 30 centímetros de agua y tan sólo un minuto un niño puede llegar a ahogarse.

El pediatra Carlos Díaz advierte de que si el niño no tiene capacidad o fuerzas para levantarse suficientemente rápido puede empezar a tragar agua y ahogarse. Por eso, los expertos recomiendan que, aunque se trate de piscinas pequeñas y con poca agua siempre debe haber un adulto vigilando. De esta manera los riesgos se reducen considerablemente. Carlos Díaz recuerda que la vigilancia de los padres ha de ser permanente y que en ningún caso debemos perder de vista a nuestros hijos.

Siguiendo este consejo sólo queda seguir disfrutando, de forma segura, de los mejores chapoteos del verano.