¿Sabes cuál es tu riesgo cardiovascular y qué hay que hacer para controlarlo?

La obesidad es la asignatura pendiente de la sociedad actual

Dieta
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La probabilidad de sufrir una enfermedad del corazón depende de factores como la hipertensión arterial, la diabetes, el colesterol elevado, el sobrepeso y el sedentarismo. Sobre estos, es posible actuar. Sobre otros, como la edad o el sexo, no.


«Si se controlan los factores de riesgo es menos probable que aparezca la enfermedad. Si ya hemos padecido la enfermedad y seguimos sin controlarlos, es mucho más probable que se repita la enfermedad que teníamos, que aparezca una nueva o que, finalmente, nos provoque la muerte», dice Otegui.


Los factores de riesgo cardiovasculares son asintomáticos y se descubren en una revisión médica ordinaria. «Es entonces cuando se debe informar de qué es lo que hay que hacer para reducir ese riesgo y cómo hay que hacerlo», explica Otegui.


El facultativo añade que la enfermedad cardiovascular es el final del proceso. Así, en primer lugar, hay que prevenir y adoptar hábitos saludables que eviten que se produzcan lesiones en los órganos de la esfera cardiovascular y, por tanto, que se desarrollen este tipo de patologías.


«Hasta que esto no sucede, somos los médicos y enfermeros los que nos ocupamos de la prevención y de la promoción de la salud», concluye Otegui.


¿Cuidamos el corazón?

El principal problema del incipiente siglo XXI es la obesidad y, para Otegui, es el factor de riego cardiovascular más difícil de controlar.


El sedentarismo y la mala alimentación son la causa de que esto sea así, de manera que un consumo de calorías adecuado unido a un ejercicio moderado son dos medidas imprescindibles para el médico del centro de salud Torre Ramona. Además, relaciona la crisis económica con la ingesta de comida poco saludable, pues esta suele ser más barata. «Cuesta más un kilo de judías verdes que un paquete de salchichas de los de a un euro», concluye.


Y luego el tabaco. Otegui insiste en que todavía hay que concienciar a la población más joven para que deje de fumar, aunque sí que se haya observado un leve descenso del índice de tabaquismo en los adultos.


Según los datos orientativos que él maneja, el 8% de la población es fumadora, el 22% tiene la tensión alta, el 12% el colesterol y el 7% son diabéticos. Existe, por tanto, el riesgo cardiovascular y es preciso controlarlo para no llegar a padecer las enfermedades cardiovasculares que son la primera causa de muerte en el mundo. En Aragón, el 33% de las mujeres y el 23% de los hombres fallecen por esta causa.


Las patologías coronarias más frecuentes son la cardiopatía isquémica, es decir el infarto y la angina de pecho, la insuficiencia cardiaca y la fibrilación auricular.


La cardiopatía isquémica, que afecta a las personas de forma más precoz, tiene una prevalencia de aproximadamente el 7,5% de la población. La fibrilación auricular es la arritmia más frecuente de todas. Tiene una prevalencia aproximada del 8,5% de la personas mayores de 60 años, siendo algo mayor en hombres (9,5%) que en mujeres (7,5%).

Por último, la insuficiencia cardiaca afecta al 10% de las personas mayores de 60 años.


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