Los estudiantes de la Universidad de Zaragoza que se encontraban encerrados en el edificio Interfacultades de la capital aragonesa desde el jueves han salido a la calle en "marcha fúnebre" para denunciar y llamar la atención a la sociedad sobre "la muerte de la educación pública".

Unos sesenta jóvenes han partido a las 10.15 horas del citado edificio, ubicado en el campus de la plaza San Francisco, en fila de dos y en silencio, hasta el Paraninfo, aunque en el camino han parado ante la sede del PP para guardar un minuto de silencio.

"La educación no se vende, se defiende" es una de las proclamas que han lanzado los estudiantes, que continuarán movilizándose en las próximas semanas en defensa de la universidad y de la educación pública, ha asegurado Paula Ortega, de la Asamblea de Estudiantes.

"Nos están acribillando, esperamos conseguir algo con estas movilizaciones", ha dicho Ortega, al tiempo que ha insistido en que "si no nos defienden los de arriba nos tendremos que defender nosotros mismos".

Y es que la reacción del rector de la Universidad de Zaragoza, Manuel López, quien ayer dijo comprender la inquietud de los universitarios, es un "apoyo cómodo, desde su sillón, porque lo que tiene que hacer es plantar cara y rechazar estos recortes", ha dicho Ortega.

Ha dejado claro que se movilizan en contra de los recortes anunciados por el Gobierno de Mariano Rajoy, pero también en contra del proceso de Bolonia -que ha resultado ser "un fracaso"- y por la falta de profesorado y de infraestructuras, y ha puesto como ejemplo la Facultad de Filosofía y Letras. "Se nos está cayendo encima, literalmente", ha apuntado.