Un momento

None

No aspiro a que me recuerdes cuando haya partido. Tampoco vine para olvidarte, aunque mi vida hubiera sido realmente más fácil de haberlo considerado. Cansada de anhelarte, anhelando el momento de descansar, esperando un instante que ahora sé, ciertamente, que no llegará, quizá sea tarde. Preparo mi maleta desordenadamente (nunca tuve paciencia). Madre se ponía enferma. Siempre he creído que era más fácil deshacer algo que darle forma, pero, ahora que lo pienso, tampoco es tan sencillo retirarse. Porque para perder bien también hay que saber hacerlo. Ha llegado el momento, mi momento… Me miro al espejo. Estas ojeras necesitan un poco más de atención, pero no tengo tiempo. ¿Qué digo? Eso es lo que ahora me sobra, pero me va a costar acostumbrarme. Nieva en Monrepós y el frío mella mis recuerdos. Todos, los malos… y los mejores. En realidad, no aspiro a olvidarte. Tampoco quiero que me recuerdes cuando me vaya. De momento, en mi momento, me conformo con tenerte a mi lado.


Rebeca Ruiz Martín