Torrenueva Street

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Al término de cada jornada no hay tarta de arándanos que endulce la memoria

Tampoco carta de helados en la barra del Karisma

Es el buque encallado en Torrenueva al que acuden marineritas con shorts hombres de pelo en pecho y marineros tatuados que añaden pimienta a la cerveza

Santi y Emilio conocen nuestros nombres conocen nuestros gustos saben de nuestras andanzas intuyen nuestros secretos eso créanme sí créanme es suficiente

Abonados al café con leche que define nuestros sueños

Juan Simón el chico más guapo de la ciudad siguió a las cigüeñas hasta Lisboa y es una pena pintaba de colores la calle Contamina te echamos de menos oh Juan y tu delicado verbo dónde está Lisboa existe Lisboa hemos hecho un hueco en nuestro tablón para leer y leer una y otra vez tu postal con sellos portugueses

Desde las ventanas miramos hacia el sur en busca de tu luz

Los muertos que derribaron la torre comparten barra con nosotros en este café

Norah Jones pide tarta de arándanos y me voy corriendo a Tupinamba para traerle una porción es el amor el amor que nos mantiene vivos conectados hablamos con el panadero con la kiosquera cerrará Montal y tendrá tus ojos

Hay perros que hablan hombres que depositan sus ojos en un cuenco de fina porcelana japonesa antes de escribir su diario

Siempre apostados en la misma mesa

La misma la misma mesa la del fondo

Y de fondo Bruce e Iván Ferreiro cantan para nosotros cortesía de Emilio

La foto de los Héroes perpetua tras la barra

Y nosotros que envejecemos

Que envejecemos felices en este puerto de fados y dulzura


Sergio Navarro Villar