Ninguno de los nueve vecinos de Artieda (Zaragoza) convocados hoy por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) para firmar las actas de expropiación de sus parcelas para la reposición de la carretera de Ruesta, obras anexas al recrecimiento de Yesa, las han firmado.

Tan sólo tres de ellos han comparecido en los terrenos, mientras que los seis restantes ni siquiera se han presentado, incluido el alcalde, Javier Jiménez, que no estaba en el pueblo y estaba citado como representante del Ayuntamiento dado que uno de los terrenos que se quieren expropiar pertenece al Consistorio.

Los vecinos, acompañados por miembros de colectivos como la Asociación Río Aragón, Ecologistas en Acción o cargos políticos de CHA, se han congregado en la primera finca para manifestar su repulsa a este hecho y al recrecimiento de Yesa.

"Que no, que no, que no, que Yesa no", "fuera de aquí, fascistas" o "aquí estamos, nosotros no expropiamos" han sido algunos de los gritos lanzados a los funcionarios del organismo de cuenca que han estado respaldados por varios agentes de la Guardia Civil.

Sebastián Iguácel, uno de los propietarios citados que ha comparecido, ha explicado a EFE que se ha negado a firmar porque "no creo que sea necesario que hagan la carretera antes que el recrecimiento del pantano" y menos en una situación de crisis económica como la actual porque "no tiene sentido". Aunque es consciente de que la expropiación se llevará a cabo igualmente "no será con mi firma", ha concluido.

En esta primera parcela había colocadas varias cruces con los nombres de pueblos que han sido inundados o afectados por embalses como Escó, Morillo de Tou, Jánovas, Búbal, Lanuza, Mediano o Tiermas.

Los funcionarios de la CHE, se han desplazado en vehículo escoltados por la Guardia Civil hasta cada una de las parcelas, finalizando en la que es propiedad del ayuntamiento, en la que ni el alcalde ni ningún concejal han comparecido, y finalmente han abandonado el pueblo a las 12:00 horas, dos después de que hubieran comenzado las citaciones. En su recorrido han sido seguidos por los vecinos que portaban pegatinas y pancartas de "Yesa no".

Otros de los propietarios, Miguel Palacín, ha estado presente en la marcha pero no ha comparecido porque es "una injusticia" que quieran hacer el proyecto de una carretera concebida para la cota alta del recrecimiento de Yesa, que ahora se ha rebajado.

"No entiendo las prisas para hacer esta carretera que tiene un presupuesto de 15 millones de euros cuando el pantano tardará varios años en recrecerse", ha insistido, al tiempo que ha considerado que la CHE está "al servicio de los regantes y de las grandes obras". Palacín ha recordado que el modificado número 3 del recrecimiento, cifraba las obras en 222 millones de euros "y en un año ha pasado a 300 millones".

Luis Solana, vecino del pueblo y presidente de la Asociación Río Aragón, ha resaltado su "indignación, rechazo e impotencia" ante una administración "que no atiende a razones", y ha agregado que la expropiación es "injustificada y todavía más la urgencia".

Ha valorado la respuesta de los vecinos que tratan de luchar contra "modelos de desarrollo como éste, que nos han llevado a la crisis actual". Asimismo ha dicho que el Ayuntamiento tomó un acuerdo en pleno para no participar en este acto de expropiaciones e incluso acordó interponer una queja ante el Justicia de Aragón.

Con respecto a la ausencia del alcalde, ha dicho que es el representante del Ayuntamiento como propietario de una parcela pero que también tiene "la obligación de defender al municipio", lo que puede estar "por encima" de participar en algo que va "contra los intereses del pueblo".

Concluidas las citaciones sin que hayan firmado las actas, la CHE iniciará ahora "los depósitos previos para que se puedan ocupar las tierras", según ha dicho a EFE María Pilar Martínez,jefa del servicio de la CHE, quien ha insistido en que "no se hará otra cosa que lo que marca el artículo 52 de la Ley de Expropiación Forzosa".