PP-Aragón y PAR rompen la disciplina de voto para no apoyar trasvases

Entesa pidió el veto a más transferencias del Ebro, pero el PP nacional se negó a apoyar la iniciativa. Esta decisión causó malestar en la delegación aragonesa, que se desmarcó. Es el primer desplante de los aragonesistas.

La posición antitrasvase en Aragón dio ayer un nuevo fruto y escenificó un consenso pocas veces conseguido. Ninguno de los 11 senadores aragoneses se alineó ayer en la Cámara Alta a favor de las posturas que defienden los trasvases. El debate se produjo por una moción que reclamaba la posibilidad de vetar futuras transferencias hídricas. Fue propuesta por Entesa Catalana de Progrés (grupo formado por los catalanes PSC e ICV) y contó con el rechazo expreso de la mayoría del PP.


Esta posición supuso que, por primera vez en lo que va de legislatura, el PAR y los senadores del PP-Aragón rompiesen la disciplina de voto que tienen dentro del grupo parlamentario del PP. Los tres representantes del PAR se alinearon en el Senado con PSC e ICV, mientras que los aragoneses del PP optaron por la abstención (su grupo pedía el voto en contra). El PSOE, que en el Senado lo dirige el oscense Marcelino Iglesias, optó también por la abstención.


En el debate, el portavoz del PSC, Joan Sabaté, argumentó que considera que el ministro Miguel Arias Cañete, por las declaraciones que ha hecho, puede apostar por nuevos trasvases, por lo que afirmó que "el Ebro no tiene agua suficiente y sus caudales son decrecientes a lo largo de los años". Así, consideró que ya no hay margen para posibles trasvases y apostó por implantar "una nueva cultura del agua fundamentada en criterios de ahorro".


Por su parte, el diputado del PP, Vicente Aparici, le respondió que "el ministro no ha dicho en absoluto lo que usted menciona". Pese a esta primera negación, sí se mostró abierto a todo tipo de posibilidades hídricas e, incluso, dijo que con la cifras que daba el portavoz catalán, se podría argumentar "que sobran 1.000 hectómetros cúbicos al Ebro". "Pero no voy a hacer su mismo juego porque no estamos en eso", dijo.


En cuanto al PSOE, inicialmente había presentado una enmienda en la que dejaba abierta la posibilidad a trasvases "en excepcionales situaciones de emergencia o de extrema necesidad". Sin embargo, finalmente la retiró y no llegó a defenderla en el plenario.


Petición para blindar el Delta

Durante el debate, el peligro para los postulados de Aragón no solo llegaron con los posibles trasvases, también se escenificó con la exigencia de los partidos catalanes de garantizar altos caudales en la zona del Ebro, lo que hipotecaría el uso del agua en Aragón. "El Delta del Ebro peligra", justificó el portavoz del PSC. El de CiU siguió la misma línea, e incluso llegó más lejos proponiendo una enmienda para blindar el río en su desembocadura exigiendo más caudal para esa parte, lo que haría imposible la reserva hídrica de Aragón.


Desde el PAR se manifestó que, aunque sí apoyaron la moción de Entesa Catalana de Progrès, su voto habría sido contrario en caso de que hubiese incluido la enmienda de CiU. En una posición similar se situó también el PP, que tampoco comparte la exigencia de dar excesivos caudales al Delta del Ebro. En esa misma línea parece posicionarse una parte relevante del PSOE.