Iniciativa de Ana Botella

El ángel de Budapest tendrá una calle en Madrid

La capital homenajeará al diplomático zaragozano Ángel Sanz-Briz, que ayudó a salvar miles de vidas durante el Holocausto.

El diplomático español Ángel Sanz-Briz, conocido como el Ángel de Budapest porque salvó de una muerte segura a miles de personas durante la II Guerra Mundial, tendrá una calle a su nombre en Madrid. Al menos esa es la voluntad de la alcaldesa de la capital, Ana Botella, que este miércoles anunció que lo propondrá próximamente en el pleno municipal. El Partido Popular tiene mayoría absoluta en el ayuntamiento madrileño, así que previsiblemente la iniciativa prosperará.


Las acciones de Ángel Sanz-Briz, nacido en Zaragoza en el año 1910 y embajador español en Hungría durante la II Guerra Mundial, son para Ana Botella una muestra más "de que el bien existe, es posible, y es capaz de abrirse paso incluso en los momentos de mayor confusión y vergüenza".


El que pretende la alcaldesa de Madrid es solo uno más de los muchos homenajes que ha recibido Sanz-Briz, aunque él desgraciadamente no pudo ver ninguno. En la embajada de España en Budapest una placa recoge unas palabras del rey  Juan Carlos alabando la labor humanitaria que realizó el aragonés en el año 1944. El museo del Holocausto, situado en Jerusalén, también le recuerda. Como no podía ser de otra forma, una plaza en Zaragoza lleva su nombre, así como un instituto público del barrio rural de Casetas.


La calle que llevará su nombre en Madrid no será el primer homenaje de la capital al Ángel de Budapest, porque desde el año 1996 luce en el número 93 de la calle de Velázquez una placa que informa de que Sanz-Briz residió en el referido edificio durante un tiempo.


La labor encomiable de Sanz-Briz es de sobra conocida en Aragón y España pese a que él siempre fue muy reservado. La admiración que se siente hacia su persona quedó patente hace unos meses, cuando la serie que le dedicó Televisión Española fue líder de audiencia.


El homenaje que pretende la alcaldesa madrileña, aunque de momento es solo una iniciativa, seguro que llega a buen puerto, sobre todo porque el PP posee 31 de los 57 concejales que forman el pleno del Ayuntamiento de Madrid. Probablemente esta consideración sea la penúltima que reciba Sanz-Briz: más de 30 años después de su muerte su quehacer sigue levantando admiración.