Teruel

Las carrozas y la ofrenda llenan Graus de visitantes

La escenificación del recibimiento de los pastores fue uno de los momentos más emotivos de cuantos se vivirán estos días.

Después de unos intensos días de actividades prefestivas, la fiesta estalló definitivamente ayer en Graus. Una celebración singular como pocas en el Alto Aragón, que desde 1973 ostenta la declaración de Interés Turístico Nacional (siendo la decana de las de Aragón en este reconocimiento) y que aspira a convertirse en un futuro próximo en Patrimonio de la Humanidad.


Ayer, segundo día de fiestas, a pesar de ser día laborable numeroso público jaleó el paso de las carrozas y las calles grausinas volvieron a convertirse en un auténtico hormiguero humano ya que muchos hijos de la villa y turistas aprovecharon el arranque de las fiestas para hacer una visita a la localidad ribagorzana.


Los actos se iniciaron con el desfile de carrozas y su comparsa de gigantes y cabezudos, acompañados de la rondalla local de Francisco Parra. Además se contó con la actuación musical de la charanga Band&Diez y la Banda de la Sociedad Musical La Paz de la localidad valenciana de Siete Aguas.


También se escenificó el recibimiento a los gaiteros en el Puente de Abajo y su entrada por el portal de Chinchín. El canto de las albadas y la ofrenda de los frutos de la tierra al Santo Cristo en su Capilla de la iglesia parroquial marcaron ya por la tarde los primeros de los muchos momentos emotivos que se vivirán estos días en Graus.