ROMERÍA EN ALCAÑIZ

Los alcañizanos cumplen con la tradición de subir hasta Pueyos

Más de mil personas se reunieron en la explanada del santuario para la ofrenda de flores, la misa y el tradicional almuerzo.

Un grupo de participantes en la ofrenda de flores a la Virgen de los Pueyos
Los alcañizanos cumplen con la tradición de subir hasta Pueyos
ESTHER ESTEBAN SAURAS

Cientos de alcañizanos se reunieron en la mañana de este viernes en la plaza de España para cumplir con la tradición de subir hasta el santuario de la Virgen de Pueyos y celebrar el día de la patrona de la ciudad. Muchos de los participantes en esta romería acudieron ataviados con traje aragonés siguiendo con la costumbre local. «Nos hemos tenido que levantar muy pronto para poder vestir de baturros a los chicos, pero es que todo esto de la tradición nos gusta mucho a la familia», comentó Tere Giner Ponz, una alcañizana que participó con sus dos hijos.


La Asociación del Cachirulo Teresa Salvo de Alcañiz ofreció en la plaza pastas de la tierra para que los participantes tomaran fuerzas para el camino. Tras el cohetazo de salida, la corporación municipal y las reinas de las fiestas iniciaron la marcha con puntualidad suiza, a las 8.30. Abrieron la procesión los compases de la Banda de la Unión Musical Nuestra Señora Virgen de los Pueyos. El desfile lo encabezaron la comparsa de gigantes y cabezudos dando vistosidad a la fiesta.


Los casi tres kilómetros de recorrido que distan de la localidad al santuario se subieron principalmente andando y en coche, pero también hubo quien los hizo en bicicleta y carromato. «Hemos hecho este carro para llevar a nuestros hijos y a unos amiguicos», comentó Laura Giner. Asimismo, los grupos de peñistas -hay 87 peñas en Alcañiz- pusieron una nota de color a este peregrinaje. «No hemos dormido, pero aquí estamos», comentaron tres jóvenes adolescentes de la Peña Desquilibrio, mientras hacían un descanso en la zona conocida en Alcañiz como el Aventador.


Hasta la ermita también subieron los quintos de 1967, quienes son los encargados este año del mantenimiento del santuario. De ahí que para Antonio Alejos, el prior de la quinta, fuera todo «un orgullo» participar de la fiesta.


Al final de la mañana, más de mil personas se reunieron en el santuario de Pueyos. Muchas de ellas participaron en la multitudinaria ofrenda de flores que tuvo lugar en la explanada, donde poco después, se celebró la misa en la que participó como invitado el sacerdote alcañizano, Esteban Sabater, quien realizó una emotiva homilía.


Mientras tanto, el bullicio se apoderaba de la parte posterior de la ermita donde los alcañizanos se reunieron por grupos a hacer el tradicional almuerzo de campaña.


Las fiestas de Alcañiz continuaron por la tarde con rejones, pero también con otros actos populares como es la carrera solidaria en la que participaron un total de 109 corredores, de entre ellos 30 peñistas. La recaudación se dedicará a la asociación Albada. Las fiestas continuarán con un intenso programa. Este sábado se celebra el patrón, el Santo Ángel Custodio.