Corrían como si llevaran un toro detrás, pero en realidad lo que ayer provocaba las carreras por el barrio de las Delicias era la comparsa de cabezudos, que se llevaba a chicos y grandes de calle. "Nos encanta cómo corren y sobre todo cuando pegan a la gente, son muy divertidos", decía Samanta Bonillo, de 11 años, que junto a su hermana María, de 7, se había echado unas buenas carreras. También su madre, Yolanda Borreguero, había hecho el recorrido hasta el parque. "Venimos todas las tardes a dar una vuelta, aunque nos iremos temprano, porque mañana hay cole", explicaba.

Pero el fin de las vacaciones escolares no acabó con la fiesta. Al contrario, cientos de chavales participaron en esta cuarta jornada festiva. "Vienen entre 2.000 y 3.000 personas cada día, es uno de los actos más populares", decía Javier Tejada, miembro de la comparsa de cabezudos desde hace 17 años y encargado de su cuidado desde hace tres.

También parecía San Fermín el encierro infantil organizado por Pasión y Valentía y la comisión. No le faltaba detalle: calentamiento -para evitar fatídicos tirones- toros de cartón, periódicos enrollados para todos y el cántico de rigor al santo antes de empezar el recorrido. Después, la locura. Todo el parque de Delicias se convirtió en un trasunto de la calle estafeta, con carreras y bueyes. Incluso hubo alguno, como el pequeño Daniel Bardají, de 4 años, que se había traído un capote rosa para lidiar con los toritos de cartón.

Las fiestas de las Delicias continúan hoy con precios reducidos, cabezudos a las 17.00 y el concierto de China Chana a las 21.15 en el anfiteatro del parque Delicias.