RECREACIÓN HISTÓRICA

Una Edad Media con mucha vida

La asociación arqueros de Camara se define como "un grupo de recreación histórica medieval", aunque la realidad va más allá. Concursos de tiro con arco, exhibiciones de juegos medievales o la vida sencilla -en apariencia- de una cuadrilla de mercenarios.

Las luchas desaparecen tras una comilona.
Una Edad Media con mucha vida
CAMARA

Los lamentos de los moribundos resuenan por Torralba de Ribota, aunque no aparece ninguna ambulancia, ni siquiera un simple ATS. Ningún vecino se extraña, ya que la localidad se ha trasladado a la Edad Media, siglos antes de la invención del automóvil, y el falso herido es un miembro de la Compañía de Arqueros Medievales del Antiguo Reino de Aragón (Camara). El municipio está sumergido en sus tradicionales jornadas medievales, una más entre las muchas ferias que reviven el medievo por todo Aragón.


Si hablamos de vecinos ataviados con espada y cota de malla tenemos que mencionar las bodas de Isabel de Segura y Diego de Marcilla. Desde 1997, miles de personas acuden cada año a Teruel para asistir a la recreación de la historia de los Amantes. La ambientación en las calles, con artesanos medievales trabajando a la luz de las modernas farolas, sentó las bases para otras ferias sobre la Edad Media que ayudan a sobrellevar el duro verano.


El pasado fin de semana se celebraron más de 200 ferias y mercados medievales, señal de la buena aceptación de que gozan entre el público. Las razones de este éxito son muy diversas, aunque algunos se atreven a esbozar una explicación. "Es una buena oportunidad para convertirte en otra persona, con un estilo de vida totalmente diferente", asegura Enrique Martínez, conocido como Don Fadrique cuando se reúne con el resto de arqueros de Camara. Esta asociación se define como "un grupo de recreación histórica medieval", aunque la realidad va más allá. Concursos de tiro con arco, exhibiciones de juegos medievales o la vida sencilla -en apariencia- de una cuadrilla de mercenarios. Enrique lleva a cabo todas esas actividades con su agrupación, aunque destaca un objetivo en concreto: "Desmontar las mentiras que nos han contado desde Hollywood. Una espada no pesa 5 kilos, sino que se queda en poco más de uno".


Sin embargo, otras compañías aragonesas buscan caracterizar a sus clientes con el detalle propio de las superproducciones americanas. Es el caso de Medieval Factory, que se encarga del vestuario y la decoración de varias ferias ambientadas en la Edad Media, como el Mercado de las Tres Culturas de Zaragoza. Sus responsables destacan que, aunque también ofrecen trajes de alquiler, "la gente que lleva varios años yendo a una fiesta medieval acaba comprándose el traje".


Para alegría de los vendedores, el calendario aragonés presenta varios días ocupados por mercados de la Edad Media, más de los que se pueden recordar. Calatayud abrió en junio el verano medieval con las Alfonsadas, donde Alfonso I recibe de los almorávides las llaves de la ciudad, como cada año. Después vino Sos del Rey Católico, con herreros trabajando en sus carpas, y el mercado medieval de La Puebla de Alfindén, amenizado con exhibiciones de cetrería y degustaciones de la alimentación local. El pasado fin de semana fue el turno del mercado Petronila de Aragón en Barbastro y las jornadas de Torralba de Ribota.


Ahora es el turno de Miralbueno, que acogerá el sábado 27 un bazar medieval. En el parque Paco Lacasa se sucederán a partir de las 10.00 talleres de manualidades, exhibiciones de cetrería y degustaciones de pasteles de la época. Como matizó el presidente de la comisión de fiestas del barrio, Samuel Marteles, "este rastro permite que los artesanos y comerciantes locales reciban mayor difusión de la que normalmente tienen". Este mercadillo es la viva prueba de que los caballeros del medievo siguen siendo necesarios. Ya no para deshacer entuertos ni atender a desvalidas viudas, sino para potenciar la historia y el comercio local. Con estos héroes, los niños ya no tienen excusa para no estudiar.