SAN LORENZO

Gigantes, cabezudos y caballicos vuelven a las calles con un nuevo 'look'

La comparsa de gigantes, cabezudos y caballicos de Huesca es el elemento más antiguo de esta celebración, y uno de los más emotivos para los oscenses.

Hay vida más allá de la albahaca portada por cada visitante de las fiestas de San Lorenzo. La comparsa de gigantes, cabezudos y caballicos de Huesca es el elemento más antiguo de esta celebración, y uno de los más emotivos para los oscenses, después de los danzantes. Ayer volvieron a cobrar vida en la plaza de López Allúe, donde el historiador Carlos Garcés presentó las nuevas figuras ante cientos de personas.


Aunque son una atracción para todos los públicos, esta comparsa siempre recibe un trato especial de los más pequeños. Así, entre la sonrisa discreta de los más mayores se escuchaban comentarios como el de Andrea. «Ala, ¡qué altos! Y esos... ¡qué cabezotas y qué feos!», exclamaba la pequeña palentina de seis años, que por primera vez veía la comparsa de Huesca. Ante la sorpresa y la abierta admiración de esta niña, sus primos identificaban a cada miembro de la comparsa, mientras que el maestro de ceremonia seguía desgranando los cambios que habían sufrido las figuras en sus trescientos años de historia.


Cuando más disfrutaron todos los asistentes fue cuando las figuras salieron al centro de la plaza para interpretar, con la música de los Gaiters de Tierra Plana, las nuevas danzas que interpretarán este San Lorenzo.


Los primeros en salir al centro, y recibir el caluroso aplauso de los niños y adultos, fueron los caballicos. El baile de 'La trenza' causó varias sonrisas y miradas de complicidad, al ser una palabra muy evocadora en toda la comarca. Después aparecieron todos sus compañeros, que interpretaron bailes como 'San Vicente' o 'Las pajaritas', que a partir de mañana dejarán de ser nombres para llenar las calles oscenses del ambiente más festivo.