PASEOS EN FAMILIA

Un escondite pirenaico

Del valle de Aísa al Rincón de Izagra.

La pista asfaltada de Aísa finaliza en un pequeño ensanche.
Un escondite pirenaico
PRAMES

La pista asfaltada procedente de Aísa finaliza después de unas pronunciadas curvas en un pequeño ensanche situado en la cota 1.500. Una verja metálica impide el paso de vehículos. Superada ésta, enseguida dejamos a la izquierda un corral. Caminamos paralelos al río Estarrún, entre bojes. A los 15 minutos, tras una corta subida, llegamos a un prado con una magnífica visión del macizo del Aspe. Contemplamos a nuestros pies la confluencia del barranco de Igüer en el Estarrún. Cuando llevamos 20 minutos, encontramos el refugio de Saleras o de Napazal (1.585 metros). Dejamos esta edificación por una senda que tiene como referencia la cumbre del Olibón, presidiendo el circo de Napazal.

Caminamos a media ladera, dejando a la derecha unos pinos. Enfrente se localiza un salto de agua del torrente con una solitaria conífera. Llegamos de esta manera, por la orilla derecha, al extenso llano de Napazal. La senda se difumina en la campiña. El itinerario a seguir es evidente, ya que se dirige al fondo del circo. Al atravesar una zona pantanosa, avanzamos mejor pegados al pie del inicio de la ladera. Tras unas inapreciables rampas, alcanzamos el último rellano, cerrado al norte por un rocoso anfiteatro. En este lugar franqueamos el lecho pedregoso de una torrentera. Superado este accidente, a 1.655 metros de altitud, las paredes se cierran salvo al oeste, donde el Barranco Hondo vierte sus aguas.

El cono de deyección está cubierto por pasto alpino, por el que ascendemos. A mitad de subida, la roca desnuda reemplaza al prado. Avanzamos en fuerte pendiente por la orilla izquierda junto al arroyo. Abandonamos la canalera a 1.775 metros en un nuevo prado. Aquí, giramos hacia el fondo del circo, dejando a la izquierda el sendero delcollado del Bozo. Tras rodear unas herbosas colinas, llaneamos por una zona de lapiaz que finaliza junto al rincón de Izagra (1.800), antiguo ibón colmatado. Desde aquí nos dirigimos al sureste, teniendo frente a nosotros el collado de Rigüelo o del Torbillón.

De esta manera, alcanzamos el refugio ganadero de Izagra, en pleno balcón natural. Pasamos junto a una valla metálica por la parte delantera y rodeamos una roca. Se presenta un barranco, el cual salvamos para conectar con una senda balizada. Superada una zona escarpada, el camino baja suavemente realizando una larga diagonal. Este descenso finaliza momentáneamente para remontar en línea recta un pinar. Tras él, está el camino que asciende al pico Aspe/punta Esper. Giramos a la derecha para descender rápidamente por una ancha loma que sirve de divisoria de aguas entre el Estarrún y el Igüer. Divisamos a la izquierda los caudalosos manantiales de Rigüelo y la sorprendente silueta del mallo Lecherín. Nos encaminamos hacia el refugio de Napazal. Cuando salvamos el barranco Igüer, una senda paralela al cauce facilita el camino de acceso al aparcamiento.