Este año se cumplen 40 años de la firma del Convenio Ramsar, en el que se recogen, para su protección, los humedales más importantes del mundo. Recibe ese nombre de la ciudad iraní en la que se firmó en 1971. Dos nuevos humedales aragoneses (las saladas de Sástago y Bujaraloz y los Tremedales de Orihuela) acaban de ser incluidos en estra lista internacional, del que ya formaban parte la laguna de Gallocanta y la laguna salada de Chiprana. hilo de este hito se ha publicado el libro “Los humedales de Aragón”, un obra de 216 páginas, con 300 espectaculares fotos a todo color, que ha estado coordinado por Eduardo Viñuales.

Se trata del segundo volumen de la colección de gran formato “Red Natural de Aragón”, que se inició el año pasado con el libro “Los bosques de Aragón”. La obra ha sido editada por Prames, con el apoyo del Instituto Aragonés del Agua.

“Es un libro en el que teníamos mucha ilusión –afirmó Alfredeo Boné, consejero de Medio Ambiente, durante la presentación del libro-. Los humedales son unos ecosistemas de una enorme riqueza natural que debemos preservar cada día con más empeño pues son uno de los elementos más amenazados por el cambio climático”.

El consejero recordó los pasos que se están dando hacia esa protección, como fase más reciente es la aprobación del borrador para un inventario de humedales aragoneses.

“Son unos sistemas muy importantes que vamos a tener ya inventariados y ahora, con este libro, los vamos a divulgar para que todos los aragoneses los tengan en su casa”, añadió el consejero.

Aiguastortes, ibones del valle de Benasque, saladas de Alcañiz, y zonas húmedas creadas por el hombre y convertidas en un paraíso para la vida acuática, son algunas de las más de 200 lagunas seleccionadas para esta obra. Se explican a través de 115 fichas que incluyen la localización del humedal, las características físicas, paisaje y geografía de cada espacio natural y la fauna y flora destacada del lugar, como el retrato de un bigotudo en en la balsa del Espolón o una emocionante imagen de un águila pescadora atrapando a su presa.

Han participado 50 colaboradores y 40 fotógrafos, biólogos, geógrafos, agentes de protección de la naturaleza y naturalistas. La obra ya está disponible en librerías.