• Además de cuidar la calidad de la pantalla y la luz de la habitación, conviene descansar unos quince minutos cada una o dos horas y realizar ejercicios visuales como parpadear varias veces seguidas cada diez minutos. También podemos reducir el cansancio si nos situamos a una distancia de unos 50 cm. y utilizar un tamaño de letra adecuado.

• Otros problemas que afectan al cuello y a la espalda son causados por las malas posturas que adoptamos frente al ordenador. Hay que perder unos minutos antes de iniciar el trabajo y ajustar correctamente el respaldo y la altura de la silla y la distancia a la mesa.

• El uso continuado del teclado y del ratón pueden producir problemas de salud en la muñeca. Para evitarlo, hay que procurar que el teclado se encuentre a la misma altura de los brazos y no apoyarlos en el borde de la mesa.

• Un factor que no podemos olvidar es el tipo de tarea que estemos realizando. Una tarea repetitiva (como la entrada de datos de forma continuada) es mucho más aburrida que otra que nos permita cambios de pantalla o “dialogar con el ordenador”.

• Por último, es importante sacarle todo el rendimiento posible al espacio disponible en la mesa. Los elementos de trabajo que utilicemos a menudo (como el teléfono) tienen que estar a nuestro alcance sin que cambiemos de postura. Si necesitamos copiar de un papel, lo ideal es utilizar un pequeño atril que evitará que estemos continuamente girando la cabeza. Y si utilizamos el ratón, lo mejor es colocarlo lo más cerca del teclado de nuestro ordenador.

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