El cuchara común (Anas Clypeata) es una anátida que se distingue claramente por su pico aplastado (en forma de cuchara), y en el caso de los machos, por sus vivos colores. En el plumaje nupcial de los ejemplares masculinos el verde elegante del cuello y cabeza destaca sobre el blanco del pecho. Los flancos y el vientre son castaños, con escapulares negras. Las hembras son de colores parduzcos, así como los juveniles. En vuelo es también muy fácil de identificar por el sonido martilleante y seco de su batir de alas. 

Como buen pato, se desenvuelve mucho mejor en el agua que en la tierra, donde resulta ser bastante torpe y, además, se encuentra demasiado expuesta a mamíferos que lo pueden depredar. Se alimenta de fitoplacton que va filtrando a través de unas babillas que tiene dentro del pico, un sistema similar al de las ballenas. Como no precisa sumerguirse, mantiene una línea de flotación alta, y emprende vuelo despegando desde el agua, como un helicóptero, sin necesidad de tomar carrerilla, como les sucede a las anátidas buceadoras, como los porrones.

Con pájaros de pequeño tamaño, un salto puede ser suficiente para echarse a volar, mientras que las aves grandes deberán aprovechar otras leyes de la física más complicadas. En concreto, la mecánica que se utiliza para volar es la diferencia entre los flujos de aire que se crean en la parte inferior y superior de sus alas. La extremidad del ave corta el aire, provocando que durante su paso se genere una diferencia de velocidades entre las dos caras del ala, siendo más rápida en la parte superior al recorrer más distancia. Puesto que el aire en la parte inferior corre más lento y queda atrapado por la forma ligeramente cóncava de la extremidad, se produce una fuerza ascendente en el ala, que es suficiente para elevar al animal venciendo la fuerza de la gravedad.

PRESENTE TODO EL AÑO

En Aragón es especie invernante, aunque una de sus zonas de nidificación se encuentra cercana: en el Delta del Ebro. Esporádicamente se han dado casos de cría en alguna laguna de interior, como Gallocanta. Se trata sin embargo de una especie que es fácil de ver en cualquier época del año, pues en verano, aunque se encuentre en época de cría no todos los ejemplares adultos se reproducen.

De todos modos, en el momento de los pasos migratorios cuando más habitual es verlos en las masas de agua, que son especialistas en detectar, o incluso en arrozales y campos de rastrojos, una vez que han sido cosechados y siempre el terreno se mantenga muy encharcado. En épocas de celo, los machos son muy territoriales, usando su vivo colorido y su canto para marcar su zona. Pero cuando no están disputando por las hembras, suelen agruparse en bandos compactos, en los que participan otras anátidas, especialmente el ánade real.

Foto. Un pato cuchara común emprende vuelo en la laguna de Sariñena, en una instantánea realizada en estas mismas fechas de 2009. El pico aplanado de esta especie, realmente como una cuchara, permiten identificarlo incluso simplemente por la silueta. En este caso, se trata de un macho con plumaje nupcial, con vistosos colores. Imagen tomada desde un ‘hide’ o escondite; cámara Nikon 300 objetivo 300 mm + TC 1,4x. Fotógrafo. Jorge Ruiz del Olmo es socio de Asafona, Asociación Aragonesa de Fotógrafos de Naturaleza.