DESDE IRLANDA

Una fiesta con origen místico

María acudió a una fiesta de disfraces
Una fiesta con origen místico
M. G. V.

No sé si muchos lo saben, pero Halloween tiene su origen en la mística Irlanda celta de los druidas. Esta celebración significaba la llegada del invierno. En aquellos tiempos, se bailaba con máscaras alrededor de una fogata para intentar ahuyentar a los malos espíritus.


Actualmente, los niños (y no tan niños) nos disfrazamos para ir a fiestas en bares, discotecas, colegios y hogares y pasar un buen rato riéndonos de nosotros mismos durante la noche del 31 de octubre. Las casas se engalanan de calabazas, fantasmas, murciélagos y esqueletos. Los niños, tienen la tradición de ir de casa en casa al grito de “truco o trato”. El trato siempre son golosinas y, si, además les pides truco, te suelen “asustar” o cantar una canción. Durante los años 80 y anteriormente, las golosinas no eran tan populares y los niños recibían fruta, especialmente manzanas.


Aquí, Todos los Santos (All Saints) es simplemente un día normal donde en misa se hace una mención especial a todos aquellos que ya no están con nosotros. Ni siquiera es festivo (nuestro día de fiesta fue el lunes pasado). Yo no se de nadie que vaya al cementerio por Todos los Santos. El 2 de Noviembre es la festividad religiosa de Todas las Almas (All Souls).


Y es que Irlanda, al igual que España, es un país con grandes tradiciones católicas que todavía se dejan sentir. Los entierros son algo diferentes. El velatorio se hace en la casa del difunto y de día y noche, amigos y familiares cercanos celebran la vida del fallecido contando historias y anécdotas, animadas con algo de picoteo y bebida. El velatorio es considerado la “fiesta de despedida”. Al día siguiente, se celebra el entierro donde la tristeza es inevitable. Acto seguido, los invitados se suelen reunir en un bar cercano o en la misma casa del difunto, donde la familia sirve más comida y bebida. De esta manera se acompaña a la familia hasta altas horas de la madrugada.


Hay que decir que en Irlanda se entierra hacia abajo, y no en “paredes” de lápidas como en el cementerio de Zaragoza. La incineración es algo más moderno en Irlanda, con tan solo 4 centros en la isla (3 de ellos en la capital).