Nuestro vino, ese gran desconocido

Suiza es por definición un país vinícola, con gran calidad de vinos blancos (Fendant a la cabeza) y rosados. El cantón del Valais es un gran productor y su calidad se hace eco en toda la confederación. El cantón de Vaud, con los tintos y quizás los rosados, intenta hacerse un hueco (con las denominaciones de origen de Rolle, por ejemplo).

Por eso no es de extrañar que cuando se va al mercado (Coop, Denner, Manor y Globus) haya toda una sección dedicada al vino, nacional e internacional. Y en esa sección se puede encontrar vino español. Con el Rioja a la cabeza y denominaciones de origen de Navarra, Valencia, Castilla, Cataluña...y Aragón. Es muy triste que con la cantidad de denominaciones de origen que tenemos (Cariñena, Borja, Somontano y Calatayud), haya tan pocos vinos aragoneses en las vitrinas. Somos una sombra al lado de los Riojas, pero estamos al mismo nivel o incluso un escalón por debajo del resto de comunidades.

Es posible encontrar algún vino que otro: Viñas del Vero, Don Mendo o Castillo de Montearagón. De vez en cuando traen algún otro. No tenemos más vinos diferentes que Valencia o Cataluña, algo que me parece hilarante. No obstante, aquí tiran de tradición y si les sacas del Rioja no conocen más. Así que, a cada cena a la que soy invitado, les obsequio con un buen vino de la región. Todo el mundo se sorprende de su calidad, pero es ese gran desconocido. Su primera frase es siempre "Ah, es un Rioja". Cuando les dices que es de Aragón te preguntan si es catalán. Aragón es un auténtico desconocido.