BÉLGICA

Brindado con vino en el país de la Cerveza

Es muy fácil conseguir en cualquier supermercado vinos españoles, incluidos los aragoneses, y otros vinos de origen distinguido, como los argentinos, chilenos o sudafricanos.

Cualquiera que haya visitado Bélgica puede descubrir rápidamente cual es su producto estrella: la cerveza. En este pequeño país se pueden encontrar más cervezas que en ningún otro lugar del mundo. De todos los sabores, colores, grados y además, de buenísima calidad y barata. En muchas ocasiones, se utiliza también como condimento en los platos más típicos de la rica gastronomía belga, como el pollo a la cerveza 'Krick' o el conejo fermentado en cerveza 'Gueuze',


Pero eso no quiere decir que en Bélgica no se beba vino. Los belgas son en general bastante hedonistas y les gusta disfrutar de los placeres de la vida, como el vino. Por ejemplo, a los belgas les encanta salir a cenar. Muchos de los variados restaurantes de ciudades como Bruselas, están repletos varios días a la semana.


Y aunque la cerveza sigue siendo la 'number one', se bebe mucho vino acompañando las cenas, y en muchas otras ocasiones. A los belgas les gusta el buen vino, y a los múltiples turistas que pasan por la ciudad, en muchos ocasiones para asistir a reuniones de trabajo, también. Y afortunadamente, la relación calidad-precio es bastante buena. Yo diría que bastante similar a la de nuestro país.


En general, en Bélgica existe una tendencia a beber más vino blanco que tinto o rosado, como España. Los vinos más consumidos son sin duda los franceses, porque Francia está al lado y además, tiene vinos buenísimos. Pero es muy fácil conseguir en cualquier supermercado vinos españoles, incluidos los aragoneses, y otros vinos de origen distinguido, como los argentinos, chilenos o sudafricanos.


Un buen vino español o de otro origen puede costar entre 4 y 6 euros. Yo siempre compro vino cuando organizo cenas en casa, y también cuando voy invitada a las cenas de otros amigos. Aquí en Bélgica es así como se llega a las cenas a las que te invitan; con una botella de vino en la mano, para brindar con vino y poner al mal tiempo que nos suele acompañar buena cara.