Esta cigüeña (Ciconia ciconia) apareció hace un par de semanas en los tejados de la pequeña localidad alemana de Biegen, y la explicación de su inaudito color, para el ornitólgo Heidrun Faustmann, "no es un capricho de la naturaleza". Las cigüeñas se han acostumbrado a buscar comida en los vertederos y esta "puede haberse teñido accidentalmente al moverse en uno de estos basureros", explicó Wolfgang Mdlow, de la Asociación de Protección de la Naturaleza.

El científico especuló con que la cigüeña podría haber perdido su blancura natural al caer en un recipiente de pintura en algún punto de su viaje migratorio a Europa. La península Ibérica es paso obligado para las cigüeñas originarias de Alemania, que realizan su invernada en el norte de África.

Después de la sorpresa, la principal preocupación de los vecinos de Biegen era si la zancuda encontraría pareja, dada su singular apariencia. Finalmente, hace pocos días se descubrió al ave cuidando de sus pollos en un nido.

"Probablemente, las cigüeñas se fijen más en el comportamiento que en el color a la hora de elegir a su pareja", explica Luis Tirado, delegado en Aragón de SEO Birdlife. "Las pautas de coloración son muy importantes para las aves, pero no son la única característica relevante. Hay casos de albinismo en los animales y no se observa que tengan problemas para reproducirse", añade. "Estas cigüeñas quizá eran pareja ya y se reconocen más por sus movimientos que por su plumaje", concluye.