Una forma de ocio

Escalera de color... pero de 'buen rollo'

El póquer cuenta cada vez con más aficionados. Muchos de ellos se reúnen en bares para jugar pero, sobre todo para pasar un buen rato entre ellos. "No lo hacemos por las apuestas, sino porque es un plan alternativo y divertido".

Partida de póquer en el bar Bull McCabe's
Escalera de color... pero de 'buen rollo'
CARLOS MONCÍN

Luz tenue. Cinco cartas levantadas sobre el tapete verde y otras dos a buen recaudo. Si hay algún as bajo la manga, se desconoce. Varias torres de fichas de colores y, como no podía ser de otra manera, seis caras de póquer.

 

El famoso juego causa ahora furor en Zaragoza tras un largo y costoso viaje desde Las Vegas. Y cada vez son más las personas que sucumben a su encanto: azar, estrategia, engaño, sospecha... Hasta en las cafeterías de la Universidad el póquer está desplazando al que había ganado el título de 'juego regional': el guiñote.

 

Además, últimamente varios bares se han lanzado a organizar partidas en las que, eso sí, no se puede apostar más de 5 euros. Unas de estas reuniones, las conocidas como 'Part poker', tienen lugar los miércoles en el Bull McCabe's (Calle de Cádiz, 7). Todo empezó en junio del año pasado. "Mi marido se dio cuenta de que había mucha gente que jugaba al póquer por internet y se preguntó por qué no trasladábamos el juego al bar", comenta Francesca Duffy, propietaria de este establecimiento.

 

La idea fue todo un acierto. Muchos miércoles llegan a reunirse hasta 80 personas. "Es que la gente cuando acude a los bares ya no solo quiere beber, busca que se le ofrezca algo que ver o que hacer mientras tanto", explica Duffy.

 

Y lo que se ofrece en el Bull McCabe's es, sobre todo, una noche divertida. "Esto no es un casino. Lo que hacemos es juntarnos un grupo de amigos y jugar por afición", explica Mathieu Klugstetz, uno de los organizadores y participante en estas fiestas. "Muchas veces no nos vemos durante la semana, hasta el miércoles", añade.

 

"También viene mucha gente que no sabe jugar, pero que le interesa aprender", afirma Pedro Jiménez, otros de los participantes. Uno de esos novatos es Óscar Molina. "Todavía estoy aprendiendo. Empecé porque trabajaba aquí y veía jugar a mis compañeros", comenta. "Además es la única manera de ganar a la jefa", bromea Klugstetz. "Es que aquí jugamos todos", aclara Duffy. Óscar reconoce que no le parece muy difícil, pero que hay que "saber engañar". "La técnica no es complicada, pero la verdad es que el póquer tiene mucho de arte y también mucho de azar", explica Klugstetz.

 

Para participar en una 'Party póquer' hace falta inscribirse antes de la partida. Saber jugar o no importa poco. "A los novatos les echamos una mano", afirma Jiménez. Hay 60 plazas, y se montan diez mesas de seis jugadores cada una. Las apuestas oscilan entre los 3 y los 5 euros y el premio siempre debe canjearse por consumiciones en el bar. Las partidas comienzan a las 21.30. "Y muchas veces se alargan hasta las 1.30, según como transcurra el juego", afirma Duffy.

 

Otros prefieren centrarse en el estudio del juego. Es el caso de los integrantes de 'Pokerciko', un foro que cuenta con más de 300 inscritos, la mayoría aragoneses, que se ponen en contacto para intercambiar documentación y estudiar de qué manera influyen las matemáticas y la estadística en este juego, según explica uno de sus organizadores, Juan Gálvez.

 

De una u otra manera, el póquer cada vez está ganando más terreno y eso se nota hasta en las tiendas de regalos. Desde hace meses en ellas no falta el maletín, de distintos tamaños, con todo el material necesario para montar una buena timba.