ENTREVISTA A MANUEL MICHETO

"El Centro de Estudios Bilbilitanos recoge todo el saber de la comarca"

Elegido hace un mes, prepara la renovación de la institución y encara nuevos proyectos culturales para la ciudad, como un libro de fotografías antiguas de Calatayud.

Manuel Micheto, en la biblioteca del Centro de Estudios Bilbilitanos.
"El Centro de Estudios Bilbilitanos recoge todo el saber de la comarca"
Jesús Macipe

Nacido en 1958 en Calatayud, Manuel Micheto es, desde hace unas semanas, presidente del Centro de Estudios Bilbilitanos. Médico, especialista en Medicina del Trabajo, fotógrafo y ciclista aficionado, ha sido vicepresidente de la institución durante 4 años. La conoce bien.

Usted ha estado vinculado desde antiguo al Centro...

Hace 10 años fui consejero delegado de la institución por parte del Ayuntamiento de Calatayud. Hace cuatro años me nombraron vicepresidente, y desde el 3 de diciembre pasado soy presidente.

Y, ¿cómo lo ve de salud?

Pues bastante bien. En los cuatro años en los que he sido vicepresidente he tenido la oportunidad de conocerlo desde dentro, y creo que es un organismo para trabajar, y para hacerlo disfrutando.

Hay quienes cuestionan la utilidad de este tipo de instituciones.

Pues yo creo que eso es algo incuestionable. Instituciones como el Centro de Estudios Bilbilitanos tienen mucho sentido, y quien diga lo contrario es porque desconoce su labor. Los centros de estudios como el nuestro son organismos científicos dependientes de la Institución Fernando el Católico. Y su obligación fundamental es recoger todo el saber de la comarca, en sus múltiples facetas; rescatarlo y darlo a conocer. Si no estuvieran los centros de estudios sería muy difícil que otros organismos realizaran esas tareas. A mi no se me ocurre quién podría hacerlo, desde luego.

Y dicen que son entidades opacas, obsoletas...

Nada de eso. Los centros de estudios son democráticos al ciento por ciento. Otra cosa es que se trata de entidades de carácter científico y, por tanto, a veces se dedican a materias un tanto especializadas, que quizá no sean entendidas por todo el mundo.

Usted llega para seguir la renovación en marcha.

Hay que tener en cuenta que el Centro de Estudios Bilbilitanos ha realizado una tarea ingente y muy buena. Agustín Sanmiguel, el anterior presidente, emprendió una revitalización que hay que terminar. Mi intención es reorganizar el centro. Queremos convocar una asamblea y elegir nuevos consejeros. Con ello lograremos rejuvenecerlo y, así, darle mayor vigor. En la comisión permanente estamos ahora José Ramón Olalla, vicepresidente, Juan José Mateo, secretario, José Verón Gormaz, Raúl Fernández, Ángel Uzay, María Jesús Sánchez y yo. Entrarán Ana Isabel Pétriz y Carlos Sáenz. Mi idea es ampliarla hasta una decena de miembros, y que cada uno de ellos se ocupe de una sección. Y, si no existe, crearla.

Dispone para este año de 30.000 euros. ¿Qué proyectos va a emprender con tan exiguo presupuesto?

Hay que devanarse los sesos y pensar muy bien lo que se hace. La actividad más destacada quizá sea el Encuentro de Estudios Bilbilitanos, que lo celebraremos en otoño. Esta será la octava edición, y hasta ahora el Encuentro ha demostrado ser un instrumento utilísimo para conocer mejor el pasado de Calatayud y toda su comarca. Otro de nuestros proyectos más importantes es la publicación de un libro sobre el castillo de Calatayud, que dejó terminado el anterior presidente, Agustín Sanmiguel. Conocía el castillo mejor que nadie, le había entregado muchas horas de trabajo.

El centro siempre le ha dedicado una gran importancia a la fotografía, y usted es fotógrafo aficionado. ¿Se reforzará ahora esa línea de trabajo?

No necesariamente, porque no queremos descuidar ningún área. Pero la fotografía siempre ha estado en la agenda del centro, y seguirá estándolo. Tenemos una colección que se llama 'Calatayud en la Fotografía', de la que se han publicado ya varios volúmenes, y el siguiente, en el que se está trabajando ya, está protagonizado por Carlos Moncín, fotógrafo de HERALDO. También es posible que se avance en un proyecto que tengo desde hace tiempo, que es un libro sobre fotografías antiguas de la ciudad. Llevo recopilándolas durante años, y la idea es publicarlas junto a una imagen actual, para que se vea cómo ha ido evolucionando la ciudad.