MANCOMUNIDAD CENTRAL DE ZARAGOZA

Quejas por la mala iluminación en la rotonda de acceso a Utebo desde la A-68

Las quejas por la falta de iluminación en la rotonda de acceso a Utebo desde la A-68 y la antigua carretera de Logroño se recrudecen. Los conductores que circulan habitualmente por la rotonda consideran que los reflectores (flechas rojas que se encienden con la luz de los faros) instalados hace ya un tiempo para encauzar el tráfico resultan insuficientes y exigen que se adopten medidas para mejorar la visibilidad durante la noche. Por su parte, el Ministerio de Fomento aduce que la zona está suficientemente señalizada al tratarse de un tramo no urbano.


El peligro que entraña lo conocen bien en la cercana estación de servicio 'Las Ventas'. "Cuando llegas por la antigua carretera de Logroño la rotonda está más alta, por lo que, sobre todo por la noche, no ves a los que vienen en dirección a Zaragoza. Rara es la semana en que no hay alguna 'chufa'", describe el encargado de esta gasolinera de la sociedad Zoilo Ríos, Esteban Cano. "Los que conocemos el lugar y estamos acostumbrados ya sabemos que hay que ir con un gran cuidado y a poca velocidad, pero quienes no saben que la rotonda está allí se la encuentran de repente ante sus narices", insiste.


Una opinión que comparte un vecino de Garrapinillos, Daniel Gallardo, que ya ha remitido distintas cartas a los medios de comunicación para denunciar esta situación. "Si se llega desde la variante de la autovía A-68, hay un desvío a la derecha y te encuentras a 50 metros una rotonda, con lo cual, si desconoces el lugar, el susto es mayúsculo. Si vienes por la carretera hay un desnivel que te hace ver dicha rotonda cuando la tienes prácticamente encima", explica.


Daniel Gallardo insiste en que se trata de un tramo viario que soporta muy a menudo un tráfico intenso, que se ve multiplicado los fines de semana. "Aquí vivimos cerca de 30.000 personas, entre vecinos de Utebo, Garrapinillos y demás poblaciones del entorno, y hay que tener en cuenta que abren sus puertas centros comerciales que atraen a mucho público y polígonos industriales", aduce.


Reclamaciones desde 2007



Las quejas por la falta de luz en la glorieta de Utebo no son nuevas. Se remontan a 2007, cuando se llevó a cabo una campaña de firmas. El 12 de abril de ese año el Ayuntamiento ya envió a la demarcación de Carreteras en Aragón del Ministerio de Fomento una carta en la que reclamaba que se dotara de mayor iluminación a la glorieta. En su contestación, con fecha 24 de agosto de 2007, Fomento aseguraba que en el proyecto de conexión de la A-68 no se preveía esta medida.


La correspondencia entre el Consistorio utebano y Fomento volvió repetirse en julio y octubre del 2008. "Es una reivindicación que hemos trasladado sin éxito en más de una ocasión a Fomento", recuerda el alcalde, Miguel Dalmau (PSOE). Recientemente, en una reunión mantenida por el edil con responsables de Fomento para tratar diferentes asuntos, el tema se volvió a poner sobre la mesa. Después de su construcción la única mejora ha sido la colocación de los capta focos (reflectores).


Límites de velocidad



Miguel Dalmau reconoce que la glorieta, como argumenta Fomento en sus escritos, está "bien señalizada" y la velocidad se limita a 40 y 50 kilómetros por hora. No por ello, deja de insistir en que "cualquier medida que mejore la iluminación será bienvenida", y aclara que Fomento es el titular de la vía.


Cuando uno llega por la antigua carretera de Logroño (N-232) tiene que reducir primero a 60 kilómetros por hora y luego a 40. Por la derecha se incorporan los que vienen por la variante de la A-68 desde Monzalbarba. Los vehículos que circulan en dirección a la capital aragonesa tienen un límite de 50 kilómetros por hora.


"La señalización es suficiente, hay cedas el paso y señales de límite de velocidad, pero muchos vehículos, si no conocen la zona, llegan algo lanzados y resulta muy peligroso", se queja Patricia, una vecina de Utebo.


Además de las críticas por la escasa iluminación, los usuarios lamentan la imagen que presenta la glorieta, donde se plantaron algunos cipreses que se encuentran prácticamente secos. "La entrada a una localidad se merece un aspecto algo más cuidado, aunque lo importante es la seguridad", concluye Daniel Gallardo.