CICLISTAS EN ISLANDIA

"El viento es nuestro principal enemigo"

Fernando Lope y seis amigos continúan pedaleando a buen ritmo por las carreteras islandesas y disfrutando de paisajes impresionantes.

Fernando Lope y seis amigos continúan pedaleando a buen ritmo por las carreteras islandesas y disfrutando de paisajes impresionantes. Ya han dejado atrás Reikiavik, Eyrarbakki y Hvolsvöllur. Han visto playas de arena volcánica, praderas, pueblecitos, cascadas y piscinas termales. En la segunda etapa, les costó mucho salir de la capital, por una carretera con mucho tráfico. “Pedaleamos a lo largo de 25 kilómetros por una carretera muy transitada, sin arcén y con muchísimo viento en contra. Juan pinchó y aprovechamos para darnos un respiro y descansar. Conocimos cuál va a ser uno de nuestros principales enemigos: el viento”, explica Fernando.


Tras pasar por paisajes volcánicos y playas de arena negra llegaron a Eyrarbakki, “un pueblecito costero que parece el decorado para una película”. Les costó encontrar algún lugar para tomar un café caliente y se fueron a dormir a sus tiendas de campaña. Camino de Hvolsvöllur pedalearon por una carretera con carril-caballo en los laterales y llegaron a unas piscinas termales. “Nada más montar las tiendas fuimos como balas a darnos un baño. Lo pasamos genial. Había cuatro piscinas, a 30, 34, 37 y 41 grados. Jugamos como críos en un tobogán, todo un espectáculo para los tranquilos islandeses que disfrutaban de un baño termal. Después, un Magnum almendrado, cena copiosa y al saco”, cuenta.


En los próximos días, pedalean hacia el este, donde el paisaje vuelve a cambiar. “En el horizante vemos el primer glaciar... impresionante. Lo malo es que no dan muy buen tiempo. Dicen que se avecina una bolsa de aire frío con nieve incluída. Como ímpetu e ilusión nos sobran, seguimos. A ver lo que pasa estos días”.