Cetina recupera esta noche su contradanza tras suspenderse en 2008 por falta de jóvenes

Con más expectación que nunca. Así viven los vecinos de Cetina las horas previas a la contradanza, que volverán a representar esta noche, a partir de las 23.00, nueve jóvenes del pueblo. El interés es mayor del habitual, teniendo en cuenta que este espectáculo, uno de los más bellos y originales de la comunidad, se tuvo que suspender el año pasado por la disolución del grupo y las bajas entre los contradanceros.

En plenas fiestas patronales por San Juan Lorenzo, ayer por la tarde tuvo lugar el ensayo final, después de que durante un mes y medio los participantes hayan quedado en el pabellón municipal para aprenderse las mudanzas y las figuras humanas que tienen que escenificar.

Los trajes que van a vestir se los proporciona el Ayuntamiento y los tienen ya planchados y preparados en casa desde hace algunas semanas. Cuatro llevan pantalón y camisa negros con adornos blancos; otros cuatro van de blanco y son negros los adornos. Mientras, al noveno se le identifica con el diablo por sus vestimentas rojas.

Una parte importante del espectáculo se basa en la iluminación, con 10 hachas o antorchas artesanales. Se hicieron el 1 de mayo con manojos de sogas deshilachadas y sumergidas en pez hirviendo mezclado en esencia de trementina. "Con las manos mojadas se va dando forma a la soga y se dejan colgar con peso para que queden rígidas", explica Jorge Berdún, uno de los contradanceros que también lo fue en 2005. Solo las teas pintadas de color negro y blanco alumbrarán la plaza de Cetina y las calles del entorno mientras se representa esta danza ancestral, que ya figura en un documento de 1751, cuando llegó al pueblo la reliquia de San Juan Lorenzo.

Se espera en la localidad a cientos de personas de poblaciones vecinas, a cetineros que están fuera, y a curiosos o estudiosos del patrimonio cultural aragonés. "Es un día especial en el que se mezclan sentimientos y te vienen recuerdos de la familia", confiesa Berdún.

Aunque esta manifestación que tiene lugar en plenilunio (luna llena) es la que da fama a Cetina, el pueblo conserva además un dance infantil dirigido por dos adultos (el zagal y el mayoral), que se representa hoy (martes 19) después de la procesión del patrón.

"Es una de las joyas que tenemos, de los más antiguos de Aragón, y ya en el siglo XVI está presente", recuerda Jorge. Lo interpretan ocho niños pequeños que ayer en la víspera acompañaron a los miembros de la cofradía cuando van a buscar a la otra patrona (la Virgen de Atocha).

Hoy por la mañana recogen a los cofrades y en la procesión bailan de cara al santo. Van haciendo paradas e interpretan las mudanzas hasta llegar a la plaza. Aquí escenifican el dance y relatan la vida del santo, más lo ocurrido en el pueblo en el último año.

En el dance infantil hay una mudanza llamada contradanza. Hubo años en los que esta no pudo representarse por la noche y en los 50 algunas de sus figuras más sencillas se introdujeron en el dance. Así, aunque solo fuera en una parte, la contradanza no dejaba nunca de bailarse.