RIBAGORZA

Los vecinos de Liri celebran la reapertura de la iglesia tras siete años de obras

La restauración ha costado más de 460.000 euros, aportados en su mayor parte por la DGA. Iglesias destactó el valor especial de la inauguración para los vecinos del pueblo

Los vecinos de la pequeña localidad ribagorzana de Liri celebraron ayer la reapertura al culto de la iglesia parroquial de San Martín, objeto de una profunda reforma en los últimos años. Los trabajos se han realizado en dos fases -una primera de consolidación en 2001 y la segunda entre 2006 y comienzos de 2008- con un coste de 460.000 euros, financiados en su mayor parte por la DGA.


El presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, asistió al reestreno de esta iglesia al igual que el obispo de la diócesis Barbastro-Monzón, Alfonso Milián. Este último confirmó la práctica finalización de los trabajos de rehabilitación de este templo fortaleza de origen románico que domina el caserío del núcleo pirenaico, en el que residen permanentemente algo menos de 50 habitantes. "Faltan por realizar trabajos de iluminación y algún pequeño retoque, pero el presupuesto no nos daba ahora para más", puntualizó María Pellicer, alcaldesa de Castejón de Sos, a cuyo municipio pertenece Liri.


La alcaldesa agradeció la presencia de Iglesias y del obispo, "en un acto de especial valor simbólico para los habitantes de Liri". Iglesias comentó que su presencia supone, en cierta medida, un espaldarazo al compromiso que "tenemos como Gobierno de Aragón con los núcleos rurales de la montaña para mantener sus servicios y para que la gente no los tenga que abandonar".


Como recordaba ayer María Pellicer, el volumen de trabajo realizado para recuperar el templo ha sido ímprobo, ante el mal estado que presentaba su fábrica.


El Ayuntamiento aprovechó para inaugurar los trabajos de saneamiento y encauzamiento del barranco de la Farrería. "Es un barranco en cuyo recorrido se encuentran parajes tan singulares como las 'doce cascadas de Liri' -comentó Pellicer-, que se había degradado gravemente". Para solucionar el problema se ha hecho en los últimos meses una ambiciosa actuación de saneamiento y canalización que ha conseguido convertir la zona en un agradable paseo peatonal. Estos trabajos han costado 180.000 euros.


La anécdota de la jornada la puso el hecho de que la carretera de acceso a Liri desde Castejón se encuentra cortada estos días por obras. Por ello, quienes asistieron debieron dar un rodeo por Urmella y Arasán para poder llegar.