RIBAGORZA

Los trabajadores de la comarca se mudan al palacio de los Heredia de Graus

Después de una semana de traslado de enseres, mobiliario, ordenadores y material de todo tipo, los trabajadores de la Comarca de Ribagorza han encontrado por fin acomodo en la sede oficial de la entidad, en el recuperado palacio de los Heredia de la Plaza Mayor de Graus. Aquí se ubican definitivamente todas las dependencias de la entidad y en este edificio se centralizará, a partir de ahora, toda la actividad y los servicios de la institución.


El traslado desde las diversas dependencias diseminadas por Graus donde el ente comarcal se había instalado provisionalmente hasta la finalización de las obras y el acondicionamiento de Casa Heredia se inició el pasado lunes y se ha prolongado a lo largo de toda esta semana. Finalizado el trasiego, el próximo lunes todas las dependencias comarcales estarán a disposición de los ribagorzanos en su sede definitiva.


"Creo que tanto para los trabajadores como para los habitantes de Ribagorza será mucho más cómodo que estemos concentrados en un sitio y no como ocurría hasta ahora que estábamos repartidos por diferentes edificios", señaló el presidente José Franch, quien considera "un honor" presidir esta inauguración de la sede comarcal. "Ha sido un largo proceso -recordó- ya que este traslado se había intentado en repetidas ocasiones desde que el pasado febrero se inauguraba oficialmente la rehabilitación de la Plaza Mayor grausina, pero por momentos llegó a parecer que las obras no se acaban nunca porque han ido surgiendo pequeñas cosas que nos han impedido hacer efectivo el traslado hasta ahora".


La voluntad de realizar el próximo consejo comarcal, convocado el día 30, agilizó los últimos trabajos y ha propiciado el definitivo desembarco de los trabajadores den Casa Heredia, uno de los elementos más característicos del conjunto monumental de la Plaza mayor grausina y del casco antiguo de la villa ribagorzana declarado en 1975 Conjunto Histórico-Artístico por su singularidad.


"Pienso en que el resultado final es excelente y que ha merecido la pena la espera -ponderó Franch-; la sede ha quedado perfecta y de cara a su utilidad última como instrumento de servicio a los ciudadanos es muy funcional, ya que en el mismo edificio se encuentran a partir de ahora todos los servicios de la comarca".


Más de tres años de obras y un importante esfuerzo económico han sido necesarios para devolver a esta casa palaciega su perdido esplendor. Cabe recordar que de los casi cuatro millones de euros en que se cifró la recuperación del conjunto de la monumental Plaza Mayor grausina, tres han sido dedicados a la rehabilitación de este edificio.


El resultado de tanto esfuerzo merece la pena: siguiendo el proyecto de los arquitectos Ramón Solana y Alejandro Royo, la actuación abarcó la rehabilitación integral del edificio y su adecuación para el uso del ente supramunicipal, además de la restauración de elementos decorativos como la fachada y el espectacular alero pintado a comienzos del siglo XIX con una narración de la parábola del hijo pródigo enmarcada entre alegorías de las estaciones del año.