Un grupo voluntario de vecinos de Tauste se ha encargado de renovar la ermita del Santo Sepulcro, que estaba en estado de semirruina. Con su esfuerzo, esta Semana Santa todos podrán volver a reestrenarla.

Javier Francés es uno de los voluntarios que ha participado en la rehabilitación. "La ermita estaba prácticamente en ruinas. Tenía el tejado abombado y había espacios por los que se podía ver la luz y se colaba la lluvia", explica.

Como la situación de la cubierta era lo más preocupante, la primera actuación fue su renovación. "Afortunadamente tuvimos un constructor local, José Luis Angoy, que con Pedro García Sánchez se ofrecieron a hacer la obra y, además del tejado, se aprovechó para abrir una ventana en el muro para corregir las humedades y se levantó el campanario", señala Francés.

El equipo de voluntarios se encargó después de la adecuación del edificio hasta terminar con el pintado y dejar la ermita lista para la celebración de la Semana Santa. Aunque todavía está previsto que los trabajos se puedan completar con una segunda fase, en la que, entre otras cosas, se renovaría el pavimento.

Francés, que también es integrante de la Cofradía de Jesús Nazareno, destaca "el interés de muchas personas por aportar su trabajo, los materiales que se han utilizado y, en particular, el de la empresa constructora que se encargó de la albañilería". "Y hay otro equipo de personas que se han encargado de vender boletos para un sorteo con el que recogemos fondos para las próximas obras y el mantenimiento de la ermita", añade.

La historia de esta capilla está vinculada a la del antiguo Convento de Franciscanos. "Entonces se velaba al Cristo en la noche del Jueves al Viernes Santo. Esta es una ermita 'de penitencia' a la que la gente sigue hoy subiendo durante toda la noche", concreta.

La capilla está situada en el denominado Parque de las Ermitas, sobre el promontorio que domina el casco urbano de Tauste. Está próxima a la capilla de San Antonio y a las ruinas del Convento de los Franciscanos.