COMUNIDAD DE CALATAYUD

La ermita de Torrijo de la Cañada se desploma ante el abandono del obispado

El Ayuntamiento había alertado a la diócesis en tres ocasiones del riesgo de ruina que corría el edificio, pero no adoptó medidas.

La ermita de Santa María de Torrijo de la Cañada se hundió ayer por la mañana, después de que el Ayuntamiento hubiera requerido hasta en tres ocasiones al obispado de Tarazona que interviniera o la apuntalase, sin obtener resultados. El cimborrio y la linterna de este edificio han sido las dos partes más afectadas. La ermita está en el centro de la localidad, al lado de las viviendas del camino del Barranco, una vía transitada pero por la que en el momento del hundimiento no pasaba nadie.


En julio del 2007, la corporación comunicó a la diócesis el riesgo que entrañaba el edificio, con grandes grietas, y pidió a la DPZ un informe sobre el estado del inmueble. Tras una visita, los técnicos de la Diputación remitieron el 8 de agosto un primer informe en el que recomendaban que se vallara el entorno para impedir el estacionamiento de vehículos y que se alertase del riesgo a los propietarios de las casas colindantes.


Ese mismo día se envió el escrito al obispado de Tarazona. Ocho días después, el Ayuntamiento recibió un segundo informe más extenso, y se volvió a remitir a los dueños del inmueble. "Aunque vino a verlo una constructora, no han hecho nada", aseguró el alcalde, Juan Domingo Pacheco.


Por su estado ruinoso, hacía años que no se empleaba para el culto y los retablos y elementos muebles se habían trasladado a la iglesia parroquial. El ecónomo de la diócesis de Tarazona, José María Cerralbo, señaló que se harán cargo del desescombro y de la demolición de un muro, que corre el riesgo de caer a las viviendas. Cerralbo afirmó que ha habido negociaciones verbales con tres corporaciones distintas para crear un parque o centro cultural, pero no llegaron a firmarse acuerdos "porque los ayuntamientos tampoco tienen medios económicos", indicó.


Ayer el ecónomo se puso en contacto con la presidenta de la comarca de Calatayud, Carmen Herrero, para impulsar un acuerdo con el Ayuntamiento de Torrijo de la Cañada sobre el uso que se le puede dar a lo que queda de esta construcción.