El fiscal superior de Aragón, José María Rivera, afirmó ayer que el crimen de Fago "nos lleva a la España profunda". En declaraciones a Europa Press, Rivera comparó el asesinato del alcalde Miguel Grima, perpetrado el 12 de enero de 2007, con los crímenes de Tor, una pequeña localidad ubicada en el Pirineo de Lérida, provincia donde Rivera ejerció como fiscal y en la que se hizo cargo del primero de los crímenes de Tor, cometidos en los años 1980 y 1995 a raíz de las disputas surgidas por la propiedad de una montaña y que acabaron la vida de tres personas. En aquel caso "eran sociedades con rencillas atávicas", manifestó.

"A veces ocurren estas cosas", prosiguió el fiscal superior de Aragón, quien indicó que "tampoco sé si fue por motivos de este tipo", ya que todavía ningún tribunal ha emitido sentencia alguna sobre el caso Fago. En cuanto a la actuación en el caso de Felipe Zazurca, fiscal jefe de la Audiencia Provincia de Huesca, José María Rivera aseguró que está siendo "modélica".

Precisamente Zazurca ya valoró el pasado octubre su trabajo en el caso del crimen de Fago. En el acto de apertura del año judicial, el fiscal jefe de Huesca hizo referencia al impacto mediático del caso y destacó que "determinados excesos, por cierto no a causa del trabajo prudente y respetuoso de los medios locales, dieron una visión falsa y estereotipada del lugar y de la comarca".

No obstante, también quiso dejar claro entonces que la Fiscalía iba a tratar el asunto "desde el respeto al recuerdo de la víctima y a la intimidad y paz de su familia, desde el respeto a la presunción de inocencia y desde el respeto a la independencia y a la libertad de los miembros del jurado a quienes en su día corresponda la última decisión sobre el asunto". En este sentido, añadió que intervendrá en el asunto "poniendo los cinco sentidos".

Por otra parte, sigue sin haber novedades sobre las investigaciones que inició la Policía Judicial de la Guardia Civil a finales del pasado mes de enero, después de que el cartel conmemorativo que en su día colocaron en la carretera de Majones los familiares y amigos de Miguel Grima apareciera violentado, con tachones y una carta manuscrita con acusaciones a la víctima.

En la inscripción pirograbada en la madera, el lema "Aquí fue vilmente asesinado Miguel Grima Masiá" aparecía manipulada. La expresión "vilmente asesinado" fue tachada para poner la palabra "ajusticiado". Fuentes cercanas al caso descartaron que se tratara de "una broma de mal gusto" o de una "gamberrada". Todo señala a alguien del círculo cercano a Santiago Mainar, única persona encarcelada por el asesinato, o que había mantenido algún litigio con Miguel Grima.

En cuanto al proceso judicial, la intención del juez es tratar de cerrar la instrucción del caso en este mes para pasar a la Audiencia de Huesca el sumario, que ya suma alrededor de 4.000 folios.