TARAZONA Y EL MONCAYO

Vierlas pide una solución a la escasez de agua de boca en el municipio

La localidad se abastece de un antiguo pozo, pero la cantidad disponible no es suficiente.

Escasea el agua en la localidad de Vierlas. El Ayuntamiento está preocupado por esta circunstancia y reclama medidas para solucionar el problema, que no es nuevo en la zona. Hace pocos años, la localidad intentó formar parte del proyecto de la depuradora de Novallas y Malón -que podría entrar en funcionamiento en 2009-. Sin embargo, los promotores rechazaron su inclusión porque encarecía considerablemente el proyecto.


"Hace poco estuvimos reunidos en Borja hablando sobre el Plan Hidrológico del Queiles, para mostrar nuestros intereses sobre el agua de boca y depuradoras, y hay unas propuestas muy válidas para la ribera del Queiles. Pero soy consciente de que, si se hacen, será dentro de mucho tiempo", afirma el alcalde de Vierlas, Pedro José Resano (PP). Ahora mismo, lo más eficaz sería impulsar el plan del embalse de El Val, una antigua idea que aportaría soluciones a otros pueblos como Grisel o Santa Cruz de Moncayo.


El pueblo se abastece de un manantial que está debajo del término del barrio turiasonense de Cunchillos. Recoge aguas superficiales, sobre todo de riego, con sus nitratos y demás componentes. "Es una zona dedicada al cultivo de maíz, que no se ha regado en este tiempo, por lo que no hay filtraciones, y la acequia de Cercés está entubada en Cunchillos y también quita filtraciones. Es una mala época para el manantial y se ha secado", explica Resano.


Ahora los vecinos tienen agua gracias a un antiguo pozo, del que se saca el agua con una bomba. "Lo hizo la Diputación en años de sequía, pero no es suficiente. Nos mantenemos, pero en días que hay mucho gasto hemos estado a punto de cortar el agua en varias ocasiones", continúa el alcalde.


Además, el sistema de cloración es simple, y aunque el agua es potable no termina de convencer a los habitantes de Vierlas. "Los boletines dicen que el agua es apta para beber, pero las mujeres del pueblo entre lavadoras, calentadores y tuberías de agua de la calefacción están desesperadas porque se llena de una cal salvaje", afirma rotundo Resano.


Vierlas quiere aumentar su población y rejuvenecer el pueblo, habitado por un centenar de vecinos. Aparte del limitado espacio del casco urbano, la escasez de agua no ayuda a conseguirlo. "El caso es que en esta zona tenemos lo indispensable, que es el agua, y no tenemos infraestructuras, que es lo que menos puede costar", dice resignado el primer edil.