Víctor Bravo: "Gracias al fútbol tengo amigos en cualquier ciudad"

El futbolista zaragozano, esta temporada en el Tudelano, ha cumplido la cifra de 360 partidos en Segunda División B

Víctor Bravo, tras disputar 360 partidos en Segunda División B.
Víctor Bravo, tras disputar 360 partidos en Segunda División B.

Víctor Bravo acaba de cumplir los 360 partidos en Segunda División B. 15 temporadas y una decena de equipos en la categoría de bronce dan forma a una trayectoria en la que sobresale el debut en 2006 con el Atlético de Madrid en Primera División. ¿Es el momento que recuerda con más cariño?

Uno de ellos. El otro, también el mismo año, fue la participación con la selección aragonesa frente a Chile en La Romareda. Estaban Zapater, Cani, Arbeloa, Pablo Alfaro, Falcón, Longás, Lafita... Son los dos mejores recuerdos a nivel deportivo.

Disputó dos partidos en Primera. El primero debió muy ser especial para usted.

Sí, debuté en el Calderón, contra el Real Zaragoza, el equipo de mi ciudad, y de titular... Fue muy bonito.

Uno de sus compañeros era 'Kun' Agüero. Circula una anécdota curiosa entre ambos. ¿La puede contar?

Claro. Yo estaba a caballo entre el primer equipo y el filial, así que tenía botas en los dos vestuarios. Al llegar a un entrenamiento con el primer equipo me encontré que habían desaparecido y que Agüero las llevaba puestas.

¿Le dijo algo?

No, yo tenía 22 años y él 18, pero era la estrella del equipo y yo un chico del filial.

¿Quién le iba a decir que cuando fichó por el Calahorra, en su primer año en Segunda B, jugaría tantos partidos en esa categoría?

Además allí no lo pasé bien. Los inicios siempre son difíciles y yo llegué a una categoría con gente curtida donde te tienes que hacer respetar y hacerte en nombre. No tuve minutos y a los pocos meses me fui al Utebo con David Navarro y con Capapé, que aún juega en ese club.

Después fichó por el Huesca y un gol suyo contribuyó al ascenso a Segunda B.

Nos entrenaba Ángel Chamarro. Ganamos 1-0 al Eibar B en El Alcoraz, con un gol mío, y conseguimos el ascenso al vencer por 1-2 en Éibar.

Su temporada en el Burgos le condujo hasta el filial del Atlético.

Fue un buen año. Coincidí con Sorribas, con Cabrero... Y disputamos el 'play off' de ascenso a Segunda A.

En Segunda B ha pasado por varios clubes. ¿Una de las cosas buenas que deja el fútbol es que da la oportunidad de conocer muchos lugares?

Y a mucha gente. Gracias al fútbol tengo amigos en cualquier ciudad de España.

¿Su paso por el Ebro el curso pasado no fue tan bien como esperaba?

No conseguí adaptarme. Venía de un club, el Tudelano, donde todo es muy cómodo, el campo es de césped natural y bastante grande, y en el Ebro era todo lo contrario. Tampoco me adapté al juego de Emilio –Larraz–, pero no tengo nada que reprocharles.

Ha convivido con muchos entrenadores. ¿Quién le ha marcado más?

Tengo mucho que agradecer a Fabri y también a Manix Mandiola, con el que conseguimos un récord nacional en el Tudelano al estar 14 jornadas sin perder.

Con 34 años, ¿piensa en la retirada?

Tengo contrato un año más y espero que podamos hacer cosas importantes. Somos uno de los menos goleados y cuando cojamos la marcha en ataque podemos aspirar a objetivos ambiciosos.