Regresa la Segunda División B a La Almozara este domingo a las 12.00 (ATV) tras el parón veraniego, y lo hace con la visita del recién ascendido, Ontinyent. No pudo traer nada positivo el cuadro de Larraz de su primer desplazamiento de la temporada al campo del Atlético Saguntino. Un gol de muy mala fortuna, en el que el balón rebotó en el meta Salva tras golpear en el poste y acabó entrando, costó la primera derrota. A pesar de todo, el equipo mostró una imagen buena, teniendo posteriormente opciones para por lo menos haber empatado. Ahora llega la segunda oportunidad para dejar atrás los cero puntos.

Varios jugadores han señalado a lo largo de la semana que una de las claves de la campaña, tiene que pasar por hacerse muy fuertes como locales. Del campo aragonés deberán escaparse el menor número de puntos posibles, haciendo saber a los rivales desde el primer instante, que quien quiera llevarse algo positivo, tendrá que trabajarlo a fondo.

Recuperado Diego Simón de su lesión y Borja Rubiato del partido pendiente de sanción, la plantilla estará enteramente disponible para el míster Emilio Larraz.

El equipo valenciano ha sufrido una auténtica revolución. Desde que en los últimos días de junio consiguiera el ascenso a Segunda B, en una dramática tanda de penaltis ante el Alavés B, se han ido alternando las entradas y salidas de jugadores. Únicamente cuatro futbolistas continúan de los que estuvieron en Vitoria, y el resto son todo fichajes, que han estado llegando incluso hasta hace escasas fechas. Entre semana, ganaron y se clasificaron para las semifinales de la fase valenciana de la Copa RFEF, pero todavía tienen que encajar el puzzle de tanto jugador nuevo, circunstancia que puede ser aprovechada por el Ebro para dar la primera satisfacción a la afición.