El tercer proyecto del CD Ebro en Segunda División B tendrá su primera  prueba de fuego en la tarde del sábado, a partir de las 19.00, en el  Camp Nou de Morvedre de Sagunto, como escenario del mismo. De nuevo con Emilio Larraz a los mandos de una nave que presenta muchos tripulantes  nuevos, hasta un total de catorce fichajes, en una confección de plantilla que se ha decidido sea corta, con un total de diecisiete integrantes, y que para cualquier eventual contratiempo se pueda contar  con la inestimable ayuda del CD Robres, que este año pasa a ser filial  del conjunto arlequinado, como sucede ya en esta ocasión, ya que tanto Raúl Marín como Diego Puig viajarán hasta tierras valencianas.

Ante tanta cara nueva, toca dar a los jugadores el típico espacio de tiempo de aclimatamiento entre ellos. La pretemporada ha servido para ir dando forma a un bloque que nuevamente deberá dejarse todo en el campo para obtener la salvación en un grupo que se presenta a priori, todavía con un nivel de complejidad mucho mayor que el del año anterior.

Mucha ilusión en poder hacer un arranque de campaña tan maravilloso como el de hace doce meses, que a la postre resultó clave para obtener la  salvación, en un estadio del que se guarda un inmejorable recuerdo, ya  que la pasada temporada se lograba vencer por 1-2, con los tantos de  Alain Barrón y Enric Maureta, jugadores que ya no pertenecen a la  disciplina del CD Ebro.

Los primeros contratiempos en forma de bajas, vendrán dados por las  ausencias de Diego Simón por lesión, y de Borja Rubiato, que arrastra un partido de sanción de la temporada pasada, cuando jugaba en el  Mensajero.

También presenta muchas novedades el Saguntino, un total de trece  fichajes ha hecho el cuadro romano, que ha movido piezas en todas sus líneas. Será difícil igualar un año inolvidable, en el que conquistaron

la Copa RFEF, obteniendo su primer título de carácter oficial. Campo  pequeño, también de hierba artificial, en el que los aragoneses buscarán  sus primeros puntos de la temporada