Zaragoza gana vecinos, amplía sus límites y los municipios próximos aumentan su población

Según el último Censo de Población y Viviendas, realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en el año 2011, en España existían un total de 25.208.623 viviendas, cuatro millones más que las contabilizadas por el estudio de la década anterior. De ellas, más de 18 millones eran hogares, un 27,5% más que en 2001. Un incremento que se explica porque el número medio de miembros por hogar se redujo de las 2,86 personas de 2001 a las 2,58 en 2011. Además, el número de hogares unipersonales en España aumentó en 1.316.747, alcanzando los casi 4.200.000 hace una década.

Esta tendencia, unida al aumento de población en algunas zonas y ciudades –como Zaragoza, que en enero del año pasado volvió a batir su récord contabilizando un total de 716.040 residentes, un 1,3% más que en 2019–, han cambiado el paisaje y la demografía de las zonas próximas a los grandes núcleos habitados, dando lugar a nuevas configuraciones residenciales.

Por ejemplo, según el informe ‘Cifras de Zaragoza’, elaborado por el Observatorio de Estadística del Ayuntamiento, en 2020, nueve de los barrios rurales de la capital aragonesa incrementaron su número de habitantes –Casetas, Garrapinillos, Juslibol-El Zorongo, La Venta del Olivar, Montañana, Monzalbarba, Movera, Peñaflor y San Juan de Mozarrifar–, mientras que cinco –Alfocea, Villarrapa, San Gregorio, Torrecilla de Valmadrid y La Cartuja– lo igualaron o redujeron, con unas pérdidas que, en la mayoría de los casos, no superaron la decena de vecinos.

En el caso de los que aumentaron su población, destacan Garrapinillos –que sumó 109 habitantes, alcanzando los 5.633–; Movera –con 2.836 vecinos, lo que supone un incremento de 81–; Casetas –el más poblado y que gracias a la incorporación de 70 nuevos habitantes registró un total de 7.572–; y Montañana –con un ascenso de 51, llegando a los 3.336 residentes–.

Dentro de la capital aragonesa, casi todos los distritos vieron aumentada su población a principios de 2020, excepto La Almozara, Miralbueno –que perdió algo más de 1.600 habitantes–; Casablanca y Actur-Rey Fernando. Entre los que incorporaron nuevos vecinos sobresale el incremento de Oliver-Valdefierro, con un ascenso de 2.732 residentes, y Torrero-La Paz, que sumó un millar.

Municipios periféricos

 Pero no todas las personas que desarrollan su actividad diaria en Zaragoza residen en alguno de los barrios de la ciudad. Los municipios periféricos también han experimentado una explosión demográfica en los últimos años.

Cuarte de Huerva, Utebo, María de Huerva, La Puebla de Alfindén o El Burgo de Ebro también han visto crecer su número de habitantes, que, en algunos casos, como el de Cuarte o Utebo, ya supera con creces la cifra de los 10.000 vecinos. 

Más allá de la ciudad

En la última década, muchos de los municipios periféricos y pertenecientes al área metropolitana de Zaragoza han visto como sus censos se engrosaban con nuevos vecinos y habitantes de la capital aragonesa que, en busca de hogares de mayor tamaño, viviendas de nueva construcción o una mayor tranquilidad, encontraban en ellos una oportunidad habitacional con ventajas similares a las de la ciudad.
El máximo exponente de este movimiento migratorio es Cuarte de Huerva, a menos de 11 kilómetros de distancia de la capital aragonesa. Si en 2008 su población apenas superaba los 6.000 habitantes, en la actualidad, este municipio cuenta con 13.450 vecinos, lo que supone un incremento de más del 200% en la última década. Muy próximo a esta localidad, en María de Huerva, los datos también muestran un notable incremento en el número de habitantes, que ha ascendido de los 4.729 en 2010 a los 5.970 en 2020, lo que supone un aumento del 26,2%.
A lo largo de los últimos 10 años, Utebo, a 13 kilómetros de Zaragoza, ha ido sumando progresivamente nuevos vecinos a su padrón, que ha pasado de los 18.204 hace una década a los 18.822 del último censo realizado en 2020.
Por su parte, el municipio de La Puebla de Alfindén, ubicado a unos 18 kilómetros de la capital aragonesa, ha ganado algo más de 300 habitantes en los últimos cinco años.
Las poblaciones de Pinseque, El Burgo de Ebro, Alfajarín o San Mateo de Gállego, todas ellas a menos de 30 kilómetros de la capital aragonesa, también han experimentado un ascenso.

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