información elaborada con atria innovation

Visión artificial para mejorar la calidad y seguridad de los procesos industriales

ATRIA Innovation, empresa especializada en tecnología 4.0, asegura que estas herramientas liberan a las personas de realizar tareas tediosas, aportan numerosos beneficios y reducen costes.

La  visión artificial se sirve de la más alta tecnología para captar, analizar y comprender imágenes del mundo real; extrayendo información valiosa que será utilizada tanto para tomar decisiones más acertadas como para realizar ciertos procesos de forma automática. La industria tiene en esta herramienta un gran filón por explotar, que supondrá una mejora de la calidad y un ahorro sustancial. En ATRIA Innovation, compañía aragonesa especializada en tecnología 4.0, son expertos en el desarrollo de soluciones basadas en la visión artificial avanzada.

“Existen procesos críticos donde el operario debe tomar una decisión en segundos, lo que resulta muy estresante. Automatizar estos procesos aporta grandes beneficios y libera a las personas de realizar estas tediosas tareas”, asegura Elena Martínez, CEO de la compañía.

Desde la empresa recalcan que el sensor es el elemento más importante de un sistema de visión artificial. Por ello, trabajan con cuatro tecnologías principales para crearlo: visión 2D, una tecnología sencilla pero que da solución a muchas aplicaciones; termografía, que permite medir y mapear temperaturas a distancia; visión hiperespectral, que ofrece información sobre la composición de los objetos, y visión 3D, utilizada, por ejemplo, en aplicaciones de ‘picking’ de piezas. Asimismo, combinan la visión artificial con algoritmos de ‘machine learning’ y redes neuronales para generar sistemas robustos y más inteligentes.

Múltiples aplicaciones

Una las aplicaciones de la visión artificial para la industria es la detección de defectos, una tarea encomendada hasta la fecha a personal humano y que actualmente solo permite revisar determinados lotes. Gracias a esta tecnología, se puede inspeccionar el total de la producción y detectar errores en tamaños inferiores a 0,05mm. Mediante la automatización de esta tarea, “se aumenta la seguridad y la capacidad de decisión y se reduce el tiempo de ciclo y los costes”, incide Elena Martínez.

Otro de sus usos más habituales es la detección de intrusos a través de cámaras hiperespectrales, que permiten identificar elementos que no deberían estar ahí. Esta herramienta se utiliza principalmente en el sector agroalimentario “para impedir que elementos metálicos, tóxicos o en mal estado lleguen a nuestros platos”, explica la CEO de ATRIA Innovation. La visión artificial posibilita también verificar que todas las piezas de un montaje están colocadas correctamente, reduciendo considerablemente tiempos de ciclo de operaciones muy complejas.

Medir piezas y elementos de forma muy precisa, crear cámaras especiales para extraer datos de pantallas o leer todo tipo de códigos y tipografías son otras de las aplicaciones que podemos encontrar.

Combinada con otras tecnologías, las posibilidades crecen exponencialmente. Por ejemplo, la visión artificial se une a la robótica colaborativa para realizar, entre otras, tareas de ‘bin picking’ de piezas en caótico. Esto es, entre un montón de elementos desordenados, estas tecnologías optimizan los procesos para que el robot pueda saber qué componentes son piezas, dónde están y cuál es la mejor forma de cogerlas.

ATRIA Innovation ha desarrollado una gran cantidad de proyectos basados en la visión artificial. Entre ellos destacan un sistema basado en una red neuronal para la detección de elementos extraños, líquidos y suciedad en las cajas de distribución de los medicamentos. “Al detectarlo en la cadena de distribución, evitamos que lleguen a la farmacia o dañen las cajas de los medicamentos”, explica Elena Martínez.