talento aragón joven

Unas jornadas para catapultar a los universitarios al mundo empresarial

Durante la fase estrella de Talento Aragón Joven, los 40 finalistas han convivido durante tres días en un hotel, donde han asistido a clases magistrales y han conocido a las empresas más punteras de la Comunidad.

Una experiencia para recordar toda una vida. Así han sido las jornadas de formación presencial de la VI edición de Talento Aragón Joven, una iniciativa que conecta a las empresas más potentes de la comunidad con los mejores perfiles universitarios. Tras un arduo proceso de selección, donde los aspirantes tuvieron que superar diversas pruebas y entrevistas, 40 de ellos llegaron a la gran final. Durante tres intensos días, han asistido a clases magistrales, han conocido de cerca a las compañías participantes y han convivido con el resto de sus compañeros en el Hotel Hiberus de Zaragoza.

El primer día, los candidatos tuvieron la oportunidad de interactuar con las empresas, darse a conocer e intercambiar inquietudes. En grupos de tres, los jóvenes tuvieron 10 minutos para charlar con cada una de las 16 compañías que este año participan en el programa: Ibercaja, Lacasa, Pikolin, Edelvives, Hiberus, Grupo Ágora, Ariño Duglass, Air Horizont, Fersa, Samca, Grupo Costa, Grupo Jorge, HMY, Saphir, Certest y Atlas Copco. “Todo estaba organizado para que ese tiempo con las empresas fuera cercano, distendido y personalizado”, afirma Reyes, una de las finalistas. “Además, ellos ya nos tenían fichados, habían visto nuestros currículums y vídeos de presentación, por lo que pudieron tocar otros temas más personales ”, añade Marta. Todos ellos son plenamente conscientes del enorme privilegio que supone un encuentro con organizaciones de tan alto nivel y han querido aprovechar al máximo la experiencia. “Fue muy intenso pero, sin duda, mereció la pena”, concluye Blanca, otra de las aspirantes.

Además de las entrevista relámpago, los organizadores pusieron a prueba a los finalistas a través de dos dinámicas grupales donde se sirvieron de su capacidad de trabajo en equipo, su creatividad y sus dotes comunicativas. La primera de las propuestas consistía en inventar y vender un producto que pusiera solución a un problema planteado. La segunda, crear una idea innovadora relacionada con el Aragón despoblado y exponerla a un supuesto grupo de accionistas. Rocío de San Pío, encargada de ambas dinámicas, asegura que el nivel de este año ha sido excepcional. “Todos ellos tienen una actitud increíble, muchas ganas de aprender, una formación excelente y unas experiencias personales muy enriquecedoras”, resalta.

“Fue muy intenso pero, sin duda, mereció la pena”

Durante los dos siguientes días, los jóvenes han asistido a cinco ‘workshops’ orientados a algunas de las habilidades más demandadas por el mercado laboral. Autoconocimiento, trabajo en equipo, transformación digital, comunicación eficiente y creatividad han sido los grandes protagonistas de unas clases magistrales donde la teoría y la práctica se han unido para que los alumnos aprendan y retengan conceptos que les servirán durante toda su trayectoria profesional. “Las dinámicas que hemos preparado para ellos son un simulacro de la vida real, un primer contacto con los problemas que se van a encontrar en las empresas y cómo solucionarlos”, explica Rocío de San Pío, que impartió también dos de los módulos formativos. “La formación ha superado todas mis expectativa- señala la finalista Marta-. Me ha sorprendido gratamente porque no ha sido la típica formación aburrida de la que te olvidas al salir, sino que realmente nos ha servido, hemos interiorizado conocimientos y hemos aprendido cosas que vamos a poder aplicar en la la vida real”.

Este año, Talento Aragón Joven volvió a sus orígenes retomando la convivencia de los jóvenes en un hotel durante los tres días de la formación. “Ha sido, sin duda, uno de los puntos fuertes del programa. Han logrado seleccionar a gente muy afín y con inquietudes similares, lo que ha llevado a que se creara una conexión muy buena entre nosotros. Y eso se nota”, asegura Arturo. “Además, el trabajo en equipo ha sido fácil y fluido porque todo el mundo venía con ganas de trabajar, de aprender y de aportar”, añade María.

Durante los próximos días, ya en sus casas, los jóvenes tendrán que preparar un proyecto de marca personal donde reflejen todos los conocimientos aprendidos. Mientras, ESIC, la Universidad San Jorge, Henneo y las empresas participantes repasarán los perfiles para decidir quiénes son los 16 afortunados que se hacen con las becas de prácticas.

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