Como respuesta a la actual crisis sanitaria, de empleo y de pérdida de renta, las administraciones públicas europeas han decidido subrayar su compromiso con la Agenda 2030. En el quinto aniversario desde su aprobación por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Gobierno de Aragón, así como los ejecutivos español y europeos, apuestan por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como marco para volver al crecimiento sostenible entre todos. No en vano, estamos en un momento crucial para el futuro y, por eso, la Unión Europea (UE) moviliza más de dos billones de euros para reparar los efectos de la covid-19 y, a la vez, acelerar una reindustrialización que aproveche las transiciones ecológicas y digitales.

Entre esa cantidad ingente e inédita de fondos, el nuevo Fondo Europeo de Recuperación Next Generation EU asigna 140.000 millones de euros a España para reparar los daños económicos y para crear empleos a través de reformas e inversiones inspiradas en la Agenda 2030. Adicionalmente, se espera movilizar unos 500.000 millones de euros desde el sector privado, en inversiones y reformas encaminadas a acelerar las transiciones verde y digital. Si el legado natural –nuestro planeta– ya es de por sí suficientemente importante, estas cifras suponen un verdadero hito que marcará el desarrollo de los estados europeos en las próximas décadas. Así que toda la sociedad ha de estar a la altura.

Por todo ello, y dando continuidad al buen clima de diálogo y cooperación con el que cuenta nuestra región, esta semana el Ejecutivo autonómico y CEOE Aragón han celebrado una reunión para conocer estos fondos europeos y explorar proyectos que se trasladen desde la Comunidad al Gobierno de España. En esta reunión, a la que asistieron unas 50 de las empresas más importantes del territorio, se subrayó la necesaria colaboración público-privada para que los fondos lleguen hasta el tejido productivo y asegurar así una sostenibilidad financiera de las inversiones tras la inyección inicial con fondos públicos.

Verde, digital y social

El Pacto Verde Europeo es uno de los pilares de la inversión europea, y por eso se fija que un 37% de los fondos Next Generation EU irán destinados a conseguir una economía sostenible y climáticamente neutra para el año 2050. Esto supone la descarbonización del sistema energético con alternativas más limpias. También se tienen que reducir las emisiones del transporte en un 90% y, por eso, se va a impulsar una red de carga y repostaje con energías limpias para transporte sostenible con unos tres millones de puntos en Europa.

Asimismo, el hidrógeno también va a tener un papel protagonista. E igualmente, se va a movilizar un gran paquete para la renovación de edificios públicos y privados con eficiencia energética. Estas y otras líneas, como la economía circular o garantizar una cadena alimentaria más sostenible, están recogidas en las distintas estrategias impulsadas desde el Gobierno de Aragón. De igual modo, Europa marca que al menos un 20% de dichos fondos se dedicarán a la digitalización con proyectos como el despliegue de fibra, ayudas para digitalizar comercios y empresas, así como para acometer de forma integral la digitalización de la administración pública.

La tercera vía en la que se está trabajando se enfoca en la capacitación social para asegurar que las transformaciones ecológica y digital sean oportunidades para todos. Para acompasar las necesidades del tejido productivo con las posibilidades del sistema formativo, y aprovechar nuestra cultura como motor de competitividad sostenible, se impulsan líneas como la formación profesional y el campus digital A.0, o nuevos programas de reciclaje de habilidades profesionales.

El Ejecutivo aragonés está a la cabeza a la hora de gestionar fondos europeos recibidos (un 80% de ejecución cuando la media española está al 35%) y cuenta con mucho trabajo realizado para identificar y activar la transformación social, verde y digital. Esto, junto con la capacidad y el liderazgo de grandes referentes en sectores como la logística, la industria, las energías, la agroalimentación o las industrias TIC, hace confiar en que se encontrarán los mejores proyectos para aprovechar estos fondos y que se conseguirá maximizar su valor económico, social y ambiental.