EN COLABORACIÓN CON FUNDACIÓN REY ARDID

Una jornada para poner en valor el cuidado de los mayores y la importancia de su salud mental

La Fundación Rey Ardid organizó el pasado jueves la I Jornada de Personas Mayores con Discapacidad en una Dimensión Europea.

La jornada contó con especialistas nacionales e internacionales en el cuidado de las personas mayores.
La jornada contó con especialistas nacionales e internacionales en el cuidado de las personas mayores.
Fundación Rey Ardid

El pasado jueves, el Edificio Por Talento Digital, en Madrid, fue el escenario de la I Jornada de Personas Mayores con Discapacidad en una Dimensión Europea organizada por Fundación Rey Ardid y European Platform for Rehabilitation con la colaboración de Fundación Once. Durante toda la mañana, especialistas en el cuidado y la salud mental de los mayores fueron contando sus experiencias dentro de un acontecimiento con el que la organización quería visibilizar y hacer conscientes a la población de las problemáticas, retos y los modelos de intervención que existen sobre la atención a personas mayores con discapacidad, así como difundir a nivel europeo la necesidad de invertir en este sector y fomentar el bienestar de las personas mayores.

Ponentes como Irene Arcas, directora de HelpAge Internacional España, que habló sobre los derechos de las personas mayores, dando una visión más internacional; El doctor Borja Jordán de Urríes, de la Universidad de Salamanca, que explicó el proyecto PROLAB, y Sonia Vilaltella, coordinadora del departamento de neuropsicología de la Fundación Aura que expuso su visión desde la perspectiva la discapacidad intelectual en personas mayores. A todos ellos se sumaron dos ponentes internacionales como son Claudia Salatino, ingeniera biomédica de Fundación Don Carlo Gnocchi (Italia) y Michael Backhaus coordinador de proyectos de Mariaberg e.V (Alemania).

Mención aparte merecen las integrantes de Fundación Rey Ardid que participaron en la jornada. Paula Álvarez, directora de la residencia que la organización tiene en el barrio zaragozano de Rosales del Canal, explicó la importancia de seguir la intervención desde el modelo de atención centrado en la persona. Cuenta que el centro que dirige, especializado en Alzheimer y otras demencias, es una muestra del modelo de atención llevado a la práctica, “ya que el propio edificio en su construcción, se presta a poder adaptarse a los distintos perfiles de personas mayores que podemos atender”.

Paula Álvarez, durante su intervención.
Paula Álvarez, durante su intervención.
Fundación Rey Ardid

Comenta que los residentes pueden trabajar en espacios adaptados, cálidos y personalizados y con un equipo humano que lleva a cabo programas de atención que permitan un tratamiento, una rehabilitación y/o un mantenimiento de las esferas cognitiva, funcional, social y emocional. “Lo llevan a cabo a través de un seguimiento de cuidados y terapias no farmacológicas que impactan positivamente en el día a día del usuario”, explica.

Modelo centrado en la persona

La otra integrante de Fundación Rey Ardid que participó en la jornada fue Sonia Fernández, directora de la residencia de mayores que tienen en Huesca. Esta psicóloga especializada en intervención de personas mayores desmenuzó durante su intervención el modelo de atención basado en la persona en una mesa redonda que compartió con Elisabeth Lucas, de Fundación Intras.

Fernández explica que trabajan desde un enfoque biopsicosocial donde la historia de vida, las habilidades, deseos y necesidades, el estado de salud físico y mental y el entorno social y familiar que tiene la persona también son incorporados en los programas de cuidados. Esto es posible gracias a que, como cuenta la propia Fernández, apuestan por un modelo de atención integral centrado en la persona con el que atienden las necesidades de manera personalizada, teniendo en cuenta las capacidades mantenidas y les ayudamos a potenciarlas. Todo porque, según reconoce Rebecca León, coordinadora de Proyectos Europeos de Fundación Rey Ardid, “a medida que la población adulta mayor aumenta, también se diversifica: se incrementan las diferencias en sus deseos, en sus experiencias, en sus necesidades, en sus capacidades, y en sus discapacidades. Esto hace que la atención deba ser individualizada para dar respuesta, por un lado, a aquellas personas con unas necesidades o discapacidades físicas, mentales o psíquicas cada vez mayores, y por otro lado, para dar respuesta a las aspiraciones, deseos y necesidad de seguir aportando a la sociedad que manifiestan muchas de las personas mayores”.

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