Desde su nacimiento hace ya más de medio siglo, Eroski se ha mostrado comprometida con la construcción de una sociedad más justa y solidaria. Por ello, implica a sus grupos de interés en la concepción y el desarrollo de sus actividades solidarias y de acción social, integrando sus diferentes necesidades y sensibilidades: trabajadores y trabajadoras, consumidores y entidades, que participan en las campañas, y programas sociales que la organización lleva a cabo con regularidad.

La cooperativa apoya acciones bien por iniciativa propia o a través de convenios de colaboración con terceros para el desarrollo social y cultural de su entorno. Durante el pasado año destinó un total de 23 millones de euros a fines sociales, casi 6 millones más que en el ejercicio anterior. El 48% de esta cantidad procede de aportaciones tanto de Eroski como de su fundación, el 21% de los clientes y el 31% restante de instituciones y administraciones.

"En Eroski creemos que la participación de todos (trabajadores, clientes, ciudadanos y sociedad civil) es la manera más enriquecedora de construir una iniciativa solidaria robusta, que ponga fácil a ciudadanos y clientes la ayuda a los colectivos más necesitados", explica el director de Salud y Sostenibilidad de la cooperativa, Alejandro Martínez Berriochoa.

Cabe destacar que en 2022, Eroski y sus clientes donaron casi 1,7 millones de euros gracias a las más de 10,5 millones de donaciones que se registraron en el marco de la iniciativa Céntimos Solidarios. Unas aportaciones que se han destinado a 83.000 personas a través de 67 entidades sociales. El dinero donado ha financiado proyectos de ayuda a la infancia, a la conservación del medioambiente y protección de los animales, a la lucha contra el cáncer, a los mayores, a personas en riesgo de exclusión social, a personas con discapacidad, al combate de enfermedades degenerativas mentales o raras y a víctimas de violencia de género.

Este programa de donación permanente fue lanzado en noviembre de 2020 y, desde entonces, se han recogido más de 4,5 millones de euros y ha habido 30 millones de donaciones por parte de los clientes de Eroski. A través del proyecto, estos pueden hacer una pequeña aportación a la causa benéfica que esté en marcha en cada momento al pagar su compra con su tarjeta o su móvil. La contribución, siempre voluntaria y confidencial, es una cantidad simbólica de 10 céntimos para compras entre 5 y 30 euros, y de 20 céntimos para compras superiores a 30 euros, que la cooperativa complementa con una aportación propia.

Emergencia social

Además, en 2022, Eroski y sus clientes atendieron otras necesidades sociales como la campaña de emergencia a favor de los damnificados por la guerra de Ucrania, la mayor recaudación de una iniciativa de este tipo organizada hasta la fecha, con un total de 562.844 euros de donación que fueron canalizados a los afectados a través del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

La colaboración de la organización incluye igualmente acciones de solidaridad alimentaria, como las campañas que desarrollan con los bancos de alimentos o su programa Desperdicio Cero de donación de productos. Así, en 2022, llevaron a cabo la donación de 5.116 toneladas de alimentos. Asimismo, apoyan a colectivos vulnerables y prestan atención a las necesidades de cooperación internacional a través de diversas iniciativas.

Plan de solidaridad

A lo largo de 2022, Eroski ha elaborado el Plan de Solidaridad para 2023 en base a la escucha realizada a un total de 3.773 personas entre clientes, trabajadores y ciudadanía en general, y a la valoración de los 525 proyectos presentados por 330 entidades sociales. Un comité asesor por formado por ONG, consumidores y socios ha validado las propuestas de proyectos para cada mes del año.

En el conjunto de este año volverá a destinar lo recaudado a través de este programa solidario a la ayuda de las personas con cáncer, al apoyo a mujeres y niños víctimas de violencia de género, la asistencia a las personas con enfermedades neurodegenerativas, raras o mentales, el apoyo a las personas con discapacidad, la colaboración con las familias o mayores en situación de vulnerabilidad, la protección del medioambiente y los animales sin hogar y la cooperación internacional con la infancia refugiada en otros países.