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Teruel o la provincia con más pueblos bonitos de España

Este territorio es el lugar idóneo para disfrutar de una escapada recorriendo algunos de los municipios más bellos de la geografía nacional.

Valderrobres, considerado como uno de los pueblos más bonitos de España.
Valderrobres, considerado como uno de los pueblos más bonitos de España.
Javier Moreno Pérez

Si hay un título que distingue la belleza rural es el que otorga la asociación de 'Los pueblos más bonitos de España'. A nivel nacional, la provincia de Teruel es la que más municipios con esta distinción acapara, contando con un total siete: Valderrobres, Albarracín, Calaceite, Mirambel, Puertomingalvo, Rubielos de Mora y Cantavieja. Este sello de calidad sirve, además de para certificar la belleza de estos núcleos, como impulso de su desarrollo turístico al entrar a formar parte de la red. De los que solicitan la adhesión a este sello, solo el 20% consiguen superar la auditoría.

Estos pueblos, repartidos a lo largo del territorio de la provincia, hacen de su visita un destino casi obligado para el viajero que acude a Teruel. Albarracín, declarado Conjunto Histórico-Artístico desde 1961, cuenta con un espectacular casco histórico, en el que los viajeros podrán perderse mientras conocen el palacio episcopal, la catedral, el castillo, el ayuntamiento y la Torre del Andador. En su viaje a Valderrobres, en la comarca del Matarraña, los turistas disfrutarán de un amplio patrimonio arquitectónico, entre el que destacan la Casa Consistorial, el castillo del Arzobispo o la iglesia parroquial de Santa María la Mayor, antiguamente intercomunicados, que conforman la seña de identidad de la localidad. Cerca de allí, en Calaceite, los visitantes podrán recorrer la plaza Mayor, el ayuntamiento del año 1609, la plaza de Los Artistas o las casas solariegas en piedra decoradas con balcones de forja que salpican sus calles.

En el pintoresco pueblo de Puertomingalvo, con calles estrechas repletas de edificios de arquitectura popular, los turistas no pueden perderse la visita a su máximo exponente, el edificio del ayuntamiento que data del siglo XIV. A 52 kilómetros de la capital mudéjar, Rubielos de Mora presume de un gran legado arquitectónico, como la excolegiata Santa María la Mayor, la Casa Consistorial -una bella obra renacentista con una lonja en la primera planta-, el convento de los Carmelitas Calzados o los portales de San Antonio y del Carmen, entre otros monumentos. Cantavieja, situado en el Maestrazgo, invita a callejear por su trazado medieval y asomarse a sus miradores. Además, los turistas podrán admirar la belleza de las iglesias de San Miguel y de la Asunción, la plaza del Cristo Rey o el castillo. A tan solo 13 kilómetros, el núcleo de Mirambel, por su monumentalidad, constituye uno de los ejemplos más destacados de arquitectura urbana medieval, con una treintena de edificios, espacios urbanos y elementos defensivos, como torreones o portales de murallas. Una de las grandes singularidades de este municipio es el hecho de que toda la población se desarrolla intramuros.

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