El pasado mes de marzo, la marca de vehículos Honda puso a la venta en Japón el primer coche con conducción autónoma de nivel 3. En este nivel, el conductor puede dejar el control del vehículo al propio coche en algunas circunstancias, como en una autopista, por ejemplo, pero debe estar atento para retomarlo en cualquier momento, previo aviso del vehículo.

A pesar de la falta de legislación sobre este tipo de conducción, los fabricantes avanzan a pasos agigantados en lo que se refiere a la conducción autónoma y, según un estudio de la consultora PwC, en los próximos dos años saldrán al mercado los primeros vehículos con un nivel 4 de automatización –el nivel 5 marca la conducción totalmente autónoma-.

Este mismo informe indica además otras cuatro tendencias que revolucionarán el sector del transporte y la movilidad en los próximos años: la electrificación, ya que en 2030 el 95% de coches nuevos que se matriculen serán eléctricos o híbridos; la movilidad compartida, apostando por el uso del vehículo en lugar de por la propiedad; la conectividad, que permitirá trabajar y navegar por Internet desde el vehículo; y la actualización anual, "ya que los fabricantes apostarán por realizar actualizaciones y ‘upgrades’ anuales de su porfolio de modelos para incorporar los últimos desarrollos tanto de ‘hardware’ como de ‘software’", apunta el informe.

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Retos

A pesar de los notables avances en el sector de la automoción y el transporte, la innovación en este área supone también grandes retos y paradigmas. En materia de electrificación es necesario una potente inversión en infraestructura, capaz de abastecer a un elevado número de vehículos al mismo tiempo y en lo que respecta a movilidad compartida, por el momento, menos de 1% de los trayectos en coche en Europa se corresponden con servicios de transporte compartido.

Además, según revela el informe de PwC, la combinación de estas cinco grandes tendencias –la consolidación del modelo de transporte compartido, y la irrupción del coche autónomo, eléctrico, conectado y donde los modelos se actualizarán anualmente– dará lugar a escenarios contradictorios: menor ‘stock’ de vehículos y más matriculaciones, "debido a la reducción sustancial de la vida media del vehículo"; y un mayor número de kilómetros y un uso más intensivo del vehículo, debido al "aumento de la población y una mayor demanda de servicios de movilidad". Solo en Europa, se estima que la demanda crecerá un 23%. 

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