Tarazona, una ciudad al pie del Moncayo y con amplio patrimonio monumental

Tarazona y sus alrededores representan un destino preferente para muchos aragoneses, especialmente zaragozanos, que lo conciben como un plan perfecto para escaparse el fin de semana o, incluso, permitirse una visita en el día, ya que la ciudad se encuentra a tan solo una hora en coche de la capital.

La ciudad puede presumir de ofrecer una amplia nómina de monumentos de incalculable valor artístico, así como de un incomparable marco natural circunscrito al Parque Natural del Moncayo, sin olvidar el dinamismo de su oferta cultural y su riqueza gastronómica.

De su patrimonio monumental destaca la Catedral de Santa María de Huerta, un singular ejemplo gótico que data del siglo XIII y en el que armonizan el estilo francés y el mudéjar, con elementos renacentistas únicos en Europa. Para algunos, la seo turiasonense es llamada ‘la Capilla Sixtina del Renacimiento español’ por su decoración interior del cimborrio y la bóveda de la capilla mayor, que corresponden a esa época del Renacimiento y que se descubrieron después de casi 30 años de trabajos de restauración.

Tarazona Monumental

Las calles y plazas del casco antiguo de Tarazona, declaradas conjunto monumental, conservan todavía las huellas de lo que en otro tiempo fue la convivencia de tres culturas. De hecho, la localidad zaragozana es conocida por su patrimonio mudéjar, uno de los más importantes y mejor conservados de Aragón. Callejeando por el casco histórico se puede contemplar las casas colgadas sobre la vega del río Queiles, la iglesia de Santa María Magdalena y el convento de la Concepción. Además, la ciudad cuenta con el antiguo barrio de la judería y morería, testigos de la mencionada convivencia de culturas que se dio en esta ciudad. Enclavado entre la morería y la judería, en la línea de lo que sería la muralla de la ciudad medieval, se encuentra el Palacio Episcopal. Imprescindible es también detenerse en la original plaza de toros octogonal, construida en el siglo XVIII y de las que existen pocos ejemplos en España.

"Creemos y apostamos por la cultura. Tarazona es una ciudad con un valioso patrimonio histórico que hay que conservar y potenciar como motor económico de la ciudad, pero aún queda mucho por hacer para continuar recuperándolo –explica el alcalde de la ciudad, Tono Jaray–. Hay que trabajar en la restauración de nuevos espacios de la catedral, la fachada del ayuntamiento, así como la recuperación del Palacio de Eguarás o la rehabilitación del exconvento de San Joaquín, en el que ya se está actuando, para convertirlo en un centro cultural de referencia".

No solo el patrimonio histórico-artístico merece una visita, sino que también el entorno de Tarazona causa sensación entre los amantes de la naturaleza . De hecho, desde la ciudad se realizan visitas interpretativas al Parque Natural del Moncayo con distintas temáticas. Una de las rutas más populares es la Vía Verde del Tarazonica, que aprovecha el trazado de un antiguo ferrocarril que unía las poblaciones de Tudela (Navarra) y Tarazona. En total, 22 kilómetros para recorrer tanto a pie como en bicicleta.

Para el puente del Pilar

Para quienes tengan la suerte de poder disfrutar de un puente festivo con motivo del 12 de octubre, Tarazona y el Moncayo son una interesente alternativa. Además de los atractivos monumentales y naturales, la gastronomía es otro aliciente para el visitante. Destaca por tener productos de alta calidad, entre los cuales cabe distinguir los micológicos y, por supuesto, las judías traperas o la exquisita menestra de su huerta.

Tarazona cuenta con una excelente oferta de restauración y de alojamiento. Algo en lo que el nuevo equipo de gobierno municipal también trabaja para fortalecer la actividad turística y conseguir que cada vez sean más quienes visiten la ciudad: "Nuestra intención es presentar al gobierno de la Comunidad una propuesta para un nuevo Plan Estratégico de Turismo para Tarazona y su Comarca", concluye el primer edil Jaray. 

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