​Si fuéramos nadadores, una dieta navideña sería lo habitual en nuestra mesa

​Si fuéramos nadadores, una dieta navideña sería lo habitual en nuestra mesa

Los que practican la natación necesitan ingerir una media de 10.000 calorías diarias.

La Navidad es una época propensa a los excesos en la alimentación.
La Navidad es una época propensa a los excesos en la alimentación.

Siempre que llega la Navidad tropezamos con la misma piedra y eso que sabemos perfectamente su emplazamiento, además de estar perfectamente avisados de su presencia. Sin embargo, no hay forma y siempre, al rematar estas fechas, nos damos de bruces con los kilos de más. Al parecer nos encanta trastabillarnos con el dichoso pedrusco, pues es imposible pasar de largo de los mariscos, el solomillo o los dulces. Para colmo, todo ello servido en generosas raciones.


Desde luego, si fuéramos nadadores profesionales apenas acusaríamos las calorías de más. De hecho, si lo nuestro fuesen los largos en la piscina, quizás para nosotros semejante ágape no desentonaría con nuestra dieta habitual, pues según estimaciones de una web titulada 'Food fight' -la lucha de la comida-, los que practican la natación necesitan ingerir una media de 10.000 calorías día.


Así, grosso modo, suena demasiado abstracto y tal vez resulte adecuado traducirlo a hamburguesas, ¿verdad? Bien, con semejante combustión, un nadador tendría que echar a la caldera un total de 19 Big Macs, 8 pollos enteros y 83 batidos de proteínas. En definitiva, todo un menú navideño en clave estadounidense.


Por supuesto, el portal citado está perfectamente documentado y se basa en declaraciones del mismísimo medallista olímpico Michael Phelps quien llegó a asegurar en una ocasión que podía llegar a meterse entre pecho y espalda 12.000 calorías diarias y, cómo no, quemarlas a golpe de brazada en la misma jornada.


Otro deporte que exige banquetes a tutiplén es el ciclismo. De hecho, los profesionales precisan de 6.000 calorías para mantenerse a pleno rendimiento y, por supuesto, comer como cosacos recién desembarcados de una guerra; la del Tour de Francia. Así, se baraja que un ciclista durante una jornada de esta competición puede acabar quemando entre 6.000 y 7.000 calorías. Por lo tanto, 'bocadillos y huevos fritos a mí', si resulta que nos toca trabajarnos el ascenso a un puerto de montaña ese día.


Sin embargo, hay otros deportes donde no se puede comer a placer como el motociclismo. Una disciplina deportiva que únicamente requiere un consumo de 2.500 calorías, pero que aún así no está nada mal pues arroja un saldo de 5 Big Macs, 2 pollos enteros y 20 batidos de proteínas.


Independientemente de lo saludable que nos parezca esta dieta, lo cierto es que ahí están sus contundentes números.


Por cierto, muchos de nosotros nos comportamos ante el mantel como si fuéramos unos atletas de tomo y lomo. No en vano, según nos informa la web referenciada al principio de este artículo, un Pepe cualquiera engulle una cantidad cercana a las 3.000 que le sirven para ir cimentando la panza cervecera.


Ahora que proponemos maneras de evitar los estragos navideños, esta viene firmada por una App de Google. Así, la firma de Silicon Valley ya está barruntando un mecanismo que permita con una foto determinar la cantidad de calorías que se esconden tras un plato. Desde luego, semejante ingenio servirá para poner coto a los banquetes copiosos o tal vez para aguar la fiesta de la comida con esa lista pormenorizada de extras ocultos.


En definitiva, si temes a ese 'ladrillo' con el que se construyen las panzas posnavideñas, no dudes echar un ojo a esta web y respecto a lo de Google, cuando aterrice, cuídate de no pasar el día fotografiando todo lo que comes.


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