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Rutas moteras 'slowdriving', de estrellas, de aves y del surrealismo en el Bajo Aragón

Los tesoros de la comarca turolense se encuentran en el cielo y en la tierra y se pueden recorrer en moto, andando o, incluso, a caballo.

Este verano las aventuras al aire libre, lejos de las aglomeraciones y con las que poder descubrir los grandes tesoros de la Comunidad convertirán las vacaciones estivales en experiencias únicas. En la comarca turolense del Bajo Aragón se esconden muchas de estas rutas que quedarán en la memoria de toda la familia y donde se descubrirá el patrimonio cultural y natural de Aragón.

Desde recorrer rutas de estrellas, de aves y moteras, únicas en España por estar señalizadas, hasta descubrir bóvedas del frío y túneles impresionantes, pasando por revivir el mundo surrealista de Buñuel y todo ello sin salir de la comarca. Esto es solo el principio de lo que el Bajo Aragón ofrece a quienes se quieran adentrar en sus tierras. 

En los últimos años, el Bajo Aragón se ha convertido en un referente mundial del motor gracias al circuito de Motorland. Pero no solo MotoGP está presente en la comarca, sino que también es un referente en rutas moteras ‘slowdriving’, ya que posee la única señalizada de toda España, con carteles naranjas como las salidas de Motorland. Actualmente, la ruta de ‘los oasis’, que trascurre en su mayoría por carreteras secundarias para disfrutar del patrimonio cultural y los tesoros de la comarca, está abierta sin ningún corte y con poco tráfico, como el resto de rutas moteras de esta comarca.

La ruta motera de 'los oasis'

La ruta de ‘los oasis’ se conoce con este nombre porque el espectacular recorrido se apoya en las cuatro formaciones de agua más importantes de la comarca. Comienza en la Estanca de Alcañiz, un pequeño lago que mantiene de forma permanente un nivel artificial de sus aguas. A continuación, se emprende el viaje hacia la capital del Bajo Aragón, que se encuentra bañada por las aguas del río Guadalope, con senderos y agradables paseos en la ribera. El siguiente paso es Calanda, el punto de confluencia de los ríos Guadalope y Guadalopillo y otro de los lugares de gran contraste entre agua y tierra.

Si se bordea el embalse de Calanda, la ruta discurre hacia Mas de las Matas, a través de la A-226 durante casi 20 kilómetros. Esta localidad se encuentra entre el valle del Ebro y las estribaciones de la Cordillera Ibérica. La 'arquitectura del agua' de esta villa cuenta con un molino harinero del siglo XVIII, lavaderos públicos y un sistema de riego musulmán de finales del siglo VIII, que atraviesa la población. La ruta de 'los oasis' termina en otro, en el embalse de Gallipuén en la localidad de Berge.

Quien sea más de caballo que de moto o coche, en el Bajo Aragón también podrá disfrutar de nuevas rutas ecuestres, como la de Pinares de Cerollera. Se trata de una ruta circular con salida y llegada en La Cerollera, que discurre por el bello entorno que rodea a esta localidad. Los jinetes podrán disfrutar de 14 kilómetros por sendas y pistas forestales rodeados de la inmensa masa arbórea que caracteriza a la Comarca. 

Red de observatorio de estrellas

El Bajo Aragón, además, es un destino 'Starligth', donde se ve la mayor parte del firmamento en los miradores más espectaculares que jalonan la comarca. Este verano es posible salir al aire libre, disfrutar del patrimonio natural con una ruta senderista, ver al buitre leonado y mirar el cielo hasta reconocer cuál es la estrella polar y las constelaciones más espectaculares. 

En cuanto al buitre leonado, es solo una de las especies que se pueden ver en el Bajo Aragón, gracias a otra de las rutas, la de los observatorio de aves. 

Red de observatorio de aves

El observatorio de aves de las Saladas de Alcañiz es un ejemplo. En la Depresión del Ebro abundan matorrales muy claros y dispersos, también las extensas estepas cerealistas que son muy importantes para las aves esteparias, donde poseen uno de los mejores refugios en las grandes extensiones de cereal de secano. Junto a estos ambientes es donde aparecen las saldas, lagunas endorreicas que pocas veces al año están cubiertas y, ahora, gracias a las abundantes lluvias de estos últimos meses, casi no se ve el firmamento del agua.

Alrededor de estas saladas aparecen los hábitats halófilos donde apreciar de multitud de especies de aves. Los turistas podrán recorrerla andando y aprender cada una de las aves que se refugian en este tesoro natural. 

Del Túnel del Equinoccio al surrealismo de Buñuel 

Para finalizar la visita estival al Bajo Aragón sigue las hormigas hasta el mundo surrealista de Buñuel en Calanda. Gracias al Centro Buñuel de Calanda uno puede viajar en un museo muy interactivo por el mundo surrealista del cineasta turolense Luis Buñuel y terminar la visita en una sala sentado en un inodoro donde el imaginario del director de cine está muy presente. Y antes de abandonar la comarca, no hay nada mejor que atravesar el Túnel del Equinoccio en Valdealgorfa como despedida, donde el sol cruza dos veces al año todo el túnel durante unos minutos en los que el interior del este permanece iluminado en toda su plenitud, como si de un corredor de luz y fuego se tratase. 

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